La aldea rusa en Bushehr, en vísperas del lanzamiento de la Central
En el sur de Irán se celebrará mañana la ceremonia oficial de inauguración de la Central Nuclear de Bushehr. El uranio enviado por Rusia será cargado en el reactor iniciando así su proceso y desde aquel momento la planta será oficialmente considerada como una instalación de energía atómica.
La central fue fundada hace más de 30 años por los alemanes, pero la obra resultó paralizada tras la revolución islámica iraní. En 1995, los rusos retomaron el trabajo semi-terminado. Cientos de especialistas rusos llevan años fuera de su país construyendo el sueño iraní: la primera central nuclear en la región.
Estos 15 años no fueron nada fáciles: “Reconstruir o terminar de construir alguna obra implementando modificaciones es más difícil que levantarla desde el principio”, comenta uno de los ingenieros involucrado en las obras. Esta fue una de las causas por la que la inauguración de la planta fue aplazada. Para los iraníes la demora significó más años sin suficiente electricidad, mientras que para los trabajadores rusos implicó más tiempo lejos del hogar.
Ludmila vino a la ciudad de Bushehr acompañando a su marido. Mientras él participaba en el proyecto, ella como maestra explicaba a los niños rusos la razón de estar en Irán. Al mismo tiempo, está muy contenta con las condiciones de vida en Irán y tras pasar aquí tantos años, le costará abandonarlo todo.
Sin embargo, para la mayor parte de los especialistas y en primer lugar para los obreros, quienes a diferencia de los ingenieros no tuvieron permitido traer consigo a sus familias, el lanzamiento de la central es un gran alivio: están contando los días para poder volver a sus casas. Serguéi, uno de ellos, comenta: “De momento voy de vacaciones, no se si voy a regresar. Depende de lo que diga mi esposa. La extraño mucho”.
La aldea rusa en Irán es un pueblo bastante aislado del resto del país. El territorio está vigilado por policías locales. Las mujeres tienen que vestirse según las normas islámicas de Irán, los hombres se ven obligados a olvidarse de las bebidas alcohólicas. Los adolescentes rusos consideran que la vida aquí es bastante dura, porque para ellos es aburrida.
La puesta en marcha de la planta en Bushehr es producto de los acuerdos entre grandes políticos. Pero también es el logro de gente común y corriente que pasó muchos años fuera de su país construyendo un sueño.