Esta mañana se inició el proceso de encendido de la central nuclear de Bushehr, la primera de Irán: empezaron a transportar el combustible -uranio enviado por Rusia- al compartimento del reactor.
La etapa está controlada con toda escrupulosidad por los inspectores del OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica): ellos abren los contenedores sellados con el combustible que había sido suministrado por Rusia hace más de un año y, bajo su supervisión, el uranio se traslada al compartimento del reactor.
Está previsto que la segunda etapa del lanzamiento -cargar el combustible en el reactor– se habrá concluido para el 23 de septiembre, mientras que la tercera fase del lanzamiento de la central –llegar a la capacidad proyectada– se habrá llevado a cabo para finales de 2010.
Según Serguéi Riabkov, el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, se podrá constatar que el lanzamiento de la central se realizará sólo tras finalizar la tercera etapa, cuando el sur de Irán tendrá a su disposición toda la energía eléctrica proyectada para ser producida en Bushehr.
Precisó que la colaboración entre Rusia e Irán en Bushehr es un ejemplo de soluciones eficaces en la esfera de la no proliferación nuclear. Acentuó que la propia organización del proceso acordada con la comunidad internacional es una prueba adicional de que la parte iraní está dispuesta a colaborar con el OIEA en el campo del átomo pacífico. Se trata tanto de la condición de que todo el combustible suministrado a la central tendrá que ser llevado luego de vuelta a Rusia, como de los controles internacionales que se efectúen por parte del OIEA.
Riabkov acentuó que la central demuestra a Teherán todas las ventajas que podría recibir de la colaboración con la comunidad internacional y con Rusia, en particular, en el sector energético si presenta pruebas de que su programa nuclear tiene un carácter puramente pacífico.