En el aeropuerto del Cairo fueron tomadas medidas de seguridad sin precedentes tras el hurto de un famoso cuadro de Van Gogh, Las amapolas.
A cada pasajero del aeropuerto, incluso los altos funcionarios y políticos, le revisan completamente el equipaje y se examina cualquier carga que pasa por el aeropuerto, informa la administración del mismo.
“El delito del siglo” fue cometido el sábado. El valioso lienzo de Van Gogh, que se exponía en el Museo Mahmud Jalil en Cairo, desapareció de la sala donde se encontraba expuesto.
Los empleados del museo se enteraron de la desaparición alrededor de la una de la tarde (hora de Egipto), sin embargo, los delincuentes no fueron localizados inmediatamente. Las fuerzas egipcias del orden intentan impedir la salida del cuadro del país.
Fuerzas de seguridad adicionales fueron enviadas al Aeropuerto Internacional del Cairo para realizar el control de los pasajeros. Junto con ellos se encuentran especialistas en arte que revisarán cada cuadro que salga del territorio de Egipto.
El Ministerio de Cultura del país comenzó su propia investigación del caso. El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, pidió a todos los servicios involucrados en la investigación que hicieran todo lo posible para dar lo más pronto posible con el cuadro. El presidente conduce la investigación bajo su control personal.
El robo de Las Amapolas (avaluado en 50 millones de dólares) pudo haber sido realizado con éxito por defectos del sistema de alarmas colocado en el edificio del museo, informa BBC.
El fiscal general de Egipto, Abdel Maguid Mahmud, en una rueda de prensa concedida el domingo comunicó que no se activó ni una sola alarma y que funcionaban solo 7 cámaras de las 43 existentes. Según él, la alarma y las cámaras llevaban mucho tiempo sin funcionar.