En las aguas del mar Láptev, en el Océano Ártico un barco remolque se volteó y hundió tras enviar una llamada de socorro. La tripulación del petrolero 'Lenaneft' que seguía la misma ruta recogió los cuerpos de cinco marineros que llevaban chalecos salvavidas, pero fallecieron a causa del congelamiento.
Tres de los 14 tripulantes del barco remolque 'Alexei Kulakovski' se salvaron, entre ellos el capitán de la embarcación. Los servicios de emergencia rusos emprendieron la búsqueda de los restantes seis marineros que se consideran desaparecidos.
El siniestro ocurrió a una distancia de 20 millas náuticas del puerto Tiksi, situado en la costa ártica. Desde allí varios helicópteros con socorristas y médicos a bordo sobrevuelan el territorio. Además del petrolero 'Lenaneft', las autoridades desplegaron al sitio del naufragio dos buques más. Los trabajos de rescate y búsqueda de los desaparecidos continúan.
La probable causa del naufragio es el escaso conocimiento del lecho marítimo de aquella zona. Eso se debe al hecho de que el mar Láptev estaba congelado durante los 12 meses del año y los buques debían seguir rutas abiertas por los rompehielos. Este es el primer año en el que los buques rusos surcan los mares árticos libremente, dado que el cambio climático en general o el verano caliente en particular no dejó ningún trozo de hielo en la zona económica exclusiva del país.
Otro episodio lamentable sucedió en el mar Báltico, donde un pequeño yate privado ruso quedó varado contra una roca de la isla sueca Öland sin ninguna persona a bordo. Según explican guardacostas de Suecia, el patrón y propietario del yate 'Joker', un jubilado de San Petersburgo, sufrió un percance (no precisaron cuál) en mar abierto durante su travesía desde una de las islas danesas. Sin tener nadie cerca que viniese en su auxilio, supuestamente se deslizó no tan lejos de las costas de Öland.