La Unión Europea y la ONU exigieron que Francia deje la política de deportaciones masivas de gitanos y expresaron su preocupación por las declaraciones “discriminatorias” de Paris.
El comité de las Naciones Unidas para liquidación de la discriminación racial publicó recomendaciones en las que exige “evitar” la deportación masiva y “encontrar una solución definitiva”. “Nuestra preocupación la provoca el hecho que la deportación de los gitanos se realiza de forma masiva, sin tener en cuenta las circunstancias individuales”, dijo el miembro del comité, Pierre-Richard Prosper.
La Unión Europea expresó sus dudas en cuanto a la legalidad de las acciones de Francia, mientras que los defensores de los derechos europeos están indignados por el hecho.
Por su parte, el gobierno galo señala que “guarda el derecho europeo” y deporta a los gitanos que se encontraban en el territorio del país por más de tres meses sin trabajo. El Ministro del Exterior francés, Bernard Kouchner, recordó sobre “dos de los principios de estancia” en el derecho europeo son: respetar el orden público y tener bastante dinero para no ser una carga para el país receptor.
Las autoridades francesas sostienen que la mayoría de los gitanos han regresado a su país de origen de buena voluntad y todos ellos recibieron una subvención que les ayuda mientras encuentran trabajo.
Desde el inicio de este año más de 8,000 gitanos han sido deportados a Rumania y Bulgaria. Más de 100 campamentos gitanos han sido liquidados, mientras que en el futuro próximo esta cantidad aumentará cuatro veces, según el presiente Nicolas Sarkozy.