El primer ministro ruso, Vladímir Putin, durante su viaje al Lejano Oriente de Rusia comprobó los trabajos de construcción de un nuevo cosmódromo en la región de Amur. Se espera que ese complejo confirme la posición líder de Rusia en la industria aroespacial.
El futuro cosmódromo se llamará Vostochny. Además de dos plataformas de lanzamiento, el complejo contará también con un aeropuerto, un centro de preparación para los cosmonautas y toda la infraestructura necesaria. Vostochny se construye en el recinto de una antigua unidad de las Tropas de Cohetes Estratégicos donde antes había silos de misiles y plataformas móviles.
El lugar para la construcción fue escogido también por su cercanía al río Amur (la principal arteria fluvial del Lejano Oriente ruso), al Ferrocarril Transiberiano y a la autopista Chitá-Jabárovsk, que debe entrar en explotación en los próximos meses. Se planea que las infraestructuras de Vostochny darán origen a una ciudad de entre 30.000 y 40.000 habitantes.
Según informó el vicepresidente del Gobierno ruso, Serguéi Ivanov, a partir de 2018 Rusia lanzará la totalidad de sus naves tripuladas desde Vostochny. Y tres años antes de esa fecha, se iniciarán allí lanzamientos de cohetes propulsores con diversas cargas y satélites.
Actualmente los astronautas rusos viajan al espacio desde el cosmódromo de Baikonur en el territorio de Kazajistán. Rusia mantiene buenas relaciones con este país y podrá usar por lo menos hasta 2050 sus rampas de lanzamiento construidas en el periodo de la Unión Soviética. Al mismo tiempo, Moscú readapta para sus necesidades espaciales algunas infraestructuras militares y el cosmódromo de Plesetsk, situado en el norte de Rusia.
No obstante, Putin manifestó que todo ello “no es suficiente para una potencia espacial tan fuerte como Rusia” y resaltó que la creación de Vostochny, además de reafirmar su liderazgo en materia tecnológica, dará un fuerte impulso al desarrollo de las regiones orientales del país. Al mismo tiempo, afirmó que Rusia seguirá cooperando en materia espacial tanto con Kazajistán como con Francia, con la que desarrolló un proyecto conjunto en el cosmódromo de Kourou.