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Explosión acabó con el estadio Fonte Nova en Brasil

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Finalizaron las obras de demolición del viejo estadio Fonte Nova en la ciudad brasileña de Salvador de Bahía. Fueron necesarios 700 kilos de explosivos para destruir en 15 segundos los 138 pilares que sustentaban la cubierta del recinto. En pie quedan todavía las tribunas de honor, las que serán

Finalizaron las obras de demolición del viejo estadio Fonte Nova en la ciudad brasileña de Salvador de Bahía. Fueron necesarios 700 kilos de explosivos para destruir en 15 segundos los 138 pilares que sustentaban la cubierta del recinto. En pie quedan todavía las tribunas de honor, las que serán demolidas con excavadoras para evitar riesgos por su proximidad a unos edificios. Aun así se desalojaron casi 100 mil viviendas situadas a menos de 250 metros del estadio.

El Fonte Nova era considerado uno de los peores estadios de Brasil en materia de seguridad. El último partido jugado en él, que para ese entonces tenía 60 años de antigüedad, fue el 25 de noviembre de 2007. En esa oportunidad se produjo un derrumbe durante un partido del campeonato local que dejó un saldo de siete hinchas muertos, más de 40 personas heridas, y selló la clausura del escenario deportivo. El accidente ocurrió cuando más de mil personas entraron a las tribunas para ver el partido deseado sin pagar. “La tragedia ocurrió porque el estadio era muy viejo”, explicó el representante de un equipo de bomberos. “Todas las estructuras metálicas del campo se derrumbaron”, agregó.

Cerca de 70% de los escombros se utilizarán para la construcción de un nuevo recinto deportivo con una capacidad para más de 53 mil personas, emplazado en el mismo terreno. El costo total del proyecto del estadio Fonte Nova es de unos 336 millones de dólares y está financiado por inversiones privadas y públicas.  

En lo que se refiere a la preparación de Brasil al campeonato de mundo, la situación más preocupante es la de São Paulo, ciudad cuyo estadio Maracaná —probable escenario de la final del torneo— todavía no está preparado para recibir todos los partidos programados. Las obras han comenzado en agosto y se espera que sean entregadas a tiempo para la Copa de las Confederaciones de 2013.

El último incidente grave relacionados con estadios ocurrió en Brasil en el año 2000. Durante el partido final para la copa de João Havelange, el derrumbamiento de las tribunas en el Estadio Vasco da Gama, más conocido como São Januário, provocó que más de 168 personas resultaran heridas.

En febrero del año pasado en Paraguay, por el derrumbamiento de una parte de techo del estadio Defensores del Chaco, murieron 2 personas y cinco resultaron heridas.

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