Dos provincias rusas se vieron azotadas ayer por una serie de fuertes incendios forestales. Tras los siniestros en 15 localidades de las regiones de Saratov y Volgogrado, se han quemado unos 502 edificios, entre ellos 380 casas, y al menos han muerto dos personas.
La zona más afectada resultó la de Volgogrado, donde las llamas destruyeron alrededor de 500 edificios y dejaron sin hogar a más de 300 personas. En la provincia de Saratov, 24 edificios terminaron carbonizados.
Además, los siniestros originaron una nube de humo que ha envuelto las ciudades de Volgogrado y Volzhsky, con una población de más de 300.000 personas.
Se determinó que el siniestro fue provocado por la ruptura de una línea de transmisión de energía eléctrica. El viento hizo que las chispas terminaran incendiando hierba seca. Los representantes del Ministerio de Emergencias informaron de que la situación se había agravado por la falta de cuidado de los habitantes y por las condiciones climáticas, ya que la temperatura el jueves alcanzó los 40 grados.
Al saber acerca del desastre, el Ministerio de Emergencias envió un avión a la región de Volgogrado y se espera que en las próximas horas otros dos aparatos equipados sean enviados al lugar de los incendios.
Por el momento en al menos cuatro zonas de la región están ardiendo numerosas casas y otros edificios, y hay riesgo de que las llamas sigan extendiéndose.
El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, fue informado sobre la situación y ha ordenado reforzar las medidas para apagar el fuego y prestar ayuda a los damnificados.
Los representantes del Ministerio de Emergencias advirtieron que, a causa de los fuertes vientos y las altas temperaturas, existe el riesgo de incendios en las regiones de Astrajan, Tatarstán, Bashkiriya y Kalmykiya.
MAPA INTERACTIVO DE LOS INCENDIOS FORESTALES EN RUSIA