Irán impide la supervisión internacional de su programa nuclear y sigue enriqueciendo uranio, según indicó el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en su informe trimestral.
El OIEA expresó su preocupación por la táctica iraní de denegar a los especialistas internacionales el acceso a las instalaciones nucleares. En junio pasado Teherán no dejó entrar en el país a dos inspectores, que, según el Gobierno iraní, habían denunciado falsamente experimentos nucleares no declarados. El veto de ciertos especialistas experimentados puede dificultar el trabajo del OIEA porque los nuevos inspectores necesitan tiempo para familiarizarse con los aspectos específicos del programa nuclear iraní.
Además, el informe indica que Irán continuá enriqueciendo uranio a un ritmo estable, contraviniendo así las demandas del Consejo de Seguridad de la ONU y logrando aumentar la cantidad de uranio en un 15% desde mayo pasado, hasta las 2,8 toneladas -suficiente para tres bombas-. Irán también ha acumulado al menos 22 kilos de uranio altamente enriquecido, que, según Teherán, está destinado al reactor experimental en Busher.
Irán, que enriquecía el uranio hasta el 5%, aumentó el grado hasta el 20% en febrero de 2010, generando preocupación entre los países occidentales en lo referente a que eso pueda facilitar la producción de armas atómicas por la República islámica.
Según comentó el portavoz de Estados Unidos, Tommy Vietor, “el último informe del OIEA muestra que Irán se niega a cumplir con sus compromisos nucleares internacionales y sigue desarrollando su programa nuclear y aproximándose a la capacidad de producir armas nucleares”.