Las autoridades colombianas rechazaron iniciar el diálogo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), como respuesta a una serie de ataques realizados por estos grupos contra las fuerzas de seguridad del país.
El Gobierno no volverá a caer en la "trampa del diálogo con los terroristas", declaró el ministro de Defensa del país, Rodrigo Rivera. "Cada vez que Colombia se enfrentó a la barbarie de amenazas terroristas y las aplastó, siempre en la etapa final hubo picos de recrudecimiento de violencia y terror como lo estamos advirtiendo en este momento", explicó, subrayando que los recientes atentados de las FARC y del ELN que causaron la muerte de una veintena de militares y policías, son una muestra de "debilidad y desesperación".
Esta posición recibió el apoyo de los representantes de la Iglesia Católica. Como explicó el secretario de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC), monseñor Juan Vicente Córdoba, las autoridades colombianas no quieren caer en un "círculo vicioso" y por eso prefieren suspender cualquier intento de acercamiento con los guerrilleros hasta que haya una voluntad clara. "Por el momento me parece que es prudente cesar esto y ya el presidente en su debido momento, cuando se analicen las cosas, verá cómo hace una nueva estrategia", aclaró.
Tras asumir la presidencia el 7 de agosto pasado el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, declaró que la puerta del diálogo con la guerrilla estará cerrada hasta que "demuestren voluntad de paz", dejen libres a los secuestrados, abandonen el terrorismo y liberen a los niños reclutados a la fuerza, y ordenó a las fuerzas militares intensificar las medidas contra la guerrilla.
Actualmente tanto la cúpula militar como la policial "mantienen una actitud de serena reflexión y evaluación sobre todas las circunstancias", según Rivera. Además, se han realizado varios pasos para reforzar la guardia que debe "enfrentarse al terrorismo con firmeza".
De este modo, la administración colombiana acordó con China el adiestramiento de personal militar colombiano en el país asiático que además decidió prestar cerca de un millón de dólares a Colombia para la adquisición de material militar de logística.
Se ha conocido también que Colombia intensificó la colaboración en asuntos de lucha contra las drogas y el terrorismo con Panamá. Según el ministro de Seguridad Pública panameño, José Mulino, las dos partes convinieron "coordinar todo para poder trabajar en conjunto dentro de la jurisdicción panameña respaldando nuestra política de soberanía territorial, e impedir que la narcoguerrilla de las FARC pase a nuestro territorio y ejecute actos delictivos".