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Un politico britanico descubrió que su mujer trabajó de prostituta

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El 5 de septiembre pasado, el diputado conservador de 53 años Mike Weatherley, uno de los principales apoyos del primer ministro británico David Cameron, se enteró por la prensa que su ex mujer, Carla, es una prostituta en ejercicio. Él mismo reconoció que dicha noticia ha sido un auténtico golpe,

El 5 de septiembre pasado, el diputado conservador de 53 años Mike Weatherley, uno de los principales apoyos del primer ministro británico David Cameron, se enteró por la prensa que su ex mujer, Carla, es una prostituta en ejercicio. Él mismo reconoció que dicha noticia ha sido un auténtico golpe, y que, aunque estaban separados desde febrero, él no sospechaba nada y tenía una buena relación con ella.

El misterio de Carla Weatherley fue descubierto por casualidad por un corresponsal de uno de los tabloides británicos, el 'Sunday Mirror'. El periodista había ido al burdel donde trabajaba la mujer y pidió un baile erótico privado. Ella lo ejerció delante de sus ojos y el corresponsal lo grabó con una cámara oculta.

El reportero averiguó que los clientes del establecimiento la conocían bajo los nombres de Bea, Adriana y Bianca, y que ganaba hasta 70 libras la hora. Según su testimonio, a Carla le gustaba su trabajo, sobre todo por la comunicación permanente, el buen salario, la instalación bonita y los nuevos conocimientos.

Hace diez años, Mike Weatherley, divorciado dos veces y padre de tres hijos, era un político 'tory' que adoraba Brasil. En uno de sus viajes a Río de Janeiro, conoció a Carla, una prostituta con la que empezó una relación y de la que, al parecer, desconocía su profesión. Al poco tiempo, Weatherley le compró un piso lujoso en la playa de Copacabana, pero finalmente decidió llevársela al Reino Unido.

En 2003 se casaron en Brighton y vivieron juntos hasta que en el 2006 ella se fue a Brasil. En ese momento dijeron que ambos eran muy temperamentales. El pasado mes de octubre, Weatherley la reclamó de nuevo. En febrero, cuando el Parlamentario estaba inmerso en plena campaña electoral, Carla volvió a la industria del sexo y empezó a trabajar en tres salones de masajes, que también ofrecían servicios íntimos y striptease para sus clientes. Según él dice ahora, ellos se separaron en ese entonces.

Cabe destacar al respecto, que esta revelación tan embarazosa puede afectar la reputación de un político británico que es clave en su zona para las elecciones generales.

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