El contingente estadounidense no será retirado de Kirguistán en un futuro próximo. Se ha dado a conocer que las autoridades de EE. UU. prolongaron el acuerdo sobre el arrendamiento de la base militar ubicada en el aeropuerto de Manás, en la capital del país, Biskek, por un año más, informó el Departamento de Estado.
En realidad, el contrato de prolongación se firmó ya en julio, pero ni Washington ni Biskek divulgaron esta información hasta ahora.
En el comunicado, EE. UU. manifiesta su voluntad de "pagar 60 millones de dólares al año al Gobierno de Kirguistán como compensación por el apoyo técnico-material acordado por los dos países".
La base se instaló en el aeropuerto kirguís en 2001 con el objetivo de facilitar las operaciones aéreas de EE. UU. en Afganistán. En 2009, el presidente del país asiático, Kurmanbek Bakíyev, declaró que debido a ciertas discrepancias en las compensaciones económicas obtenidas por utilizar el territorio de Manás, así como por el asesinato de un ciudadano kirguís a manos de un estadounidense, todos los acuerdos sobre la instalación de la base quedaban anulados.
Posteriormente, ambas partes consiguieron comprometerse para que la base se convirtiera en un punto de tránsito de aviones estadounidenses. Al final, se alcanzó un acuerdo de alquiler que estará en vigor durante cinco años, pero debe ser renovado cada año.
Actualmente se emplazan de manera permanente 1.200 militares norteamericanos en este punto de tránsito de aviones. Cerca de 15.000 soldados de la coalición, así como 500 toneladas de la carga, pasan por esta base, procedentes o con destino a Afganistán, cada mes, según el Pentágono.