Crece fobia antimusulmana en EE. UU.

En vísperas de las conmemoraciones del ataque terrorista contra las Torres Gemelas de Nueva York, la organización de derechos humanos Amnistía Internacional reveló que existe una tendencia evidente al aumento de la fobia antimusulmana en EE. UU.

En vísperas de las conmemoraciones del ataque terrorista contra las Torres Gemelas de Nueva York, la organización de derechos humanos Amnistía Internacional reveló que existe una tendencia evidente al aumento de la fobia antimusulmana en EE. UU.

En un comunicado difundido el pasado viernes, la organización  advierte sobre “el miedo,  discriminación y persecución de musulmanes” reflejada en un gran número de delitos premeditados contra ellos. Como ejemplo mencionó el reciente caso de la paliza que propinaron a un taxista neoyorquino, el intento de incendiar una mezquita en construcción en Tennessee y el profanamiento de un Centro Cultural Islámico en California. Todos son incidentes que crean un clima general antimusulmán, dicen los activistas del mencionado organismo.

Las inscripciones que vándalos de la denominada Cofradía Nacionalista Americana dejaron en uno de los sitios profanados llamaron recientemente la atención de propios y extraños. En ellas se lee:  “¡Ningún templo para el dios del terrorismo en la Zona Cero! ¡Despierta, América, el enemigo está aquí!”

¿Qué idea inspira a estos extremistas nacionalistas respecto de un “dios del terrorismo”?

Las fobias contra la comunidad musulmana con el tiempo se diferencian de las antinmigrantes, ya que el Islam en EE.UU. se asocia cada día menos con la inmigración. Estadísticamente el número de musulmanes en el territorio del país es menor del 1 por ciento, pero crece por la conversión de nativos. Para unos, la conversión a la fe musulmana es una elección personal libre, pero sectores tradicionalistas protestantes la consideran una traición a la civilización, el cristianismo y la nación.

La tendencia a convertirse al Islam es especialmente apreciable entre las mujeres norteamericanas, que cambian su fe para sentirse menos indefensas en una familia musulmana, sólida y tradicionalista. Cuando eso ocurre, los padres u otros familiares comienzan a inquietarse por el mundo al que entra, temen que el futuro marido de su hija la maltrate o humille. Pero en la sociedad prevalecen otros temores: generalmente creen que la nueva musulmana se convertirá en talibán y empezará a preparar atentados.

Estos temores sociales adoptan diferentes formas discriminatorias contra los musulmanes. Según muestra uno de los recientes sondeos públicos del país, un 40 por ciento de la población opina que los musulmanes deberían tener un carné especial de identificación para distinguirlos de los demás. En esta situación parece poco probable que los que optaron por el Islam encuentren tolerancia para vivir tranquilos en la sociedad norteamericana de la actualidad.