El presidente venezolano, Hugo Chávez, decretó tres días de duelo nacional en memoria de los fallecidos en la catástrofe aérea del 13 de septiembre en el estado Bolívar. A bordo de la aeronave de la empresa estatal Conviasa se encontraban 51 personas, 15 de las cuales perecieron y 36 sobrevivieron. El gobernador del estado Bolívar, Rangel Gómez, denominó esta cantidad de supervivientes un "milagro". Según Gómez la causa de la catástrofe todavía se desconoce y se sigue investigando.
A su vez, Hugo Chávez intervino con un comunicado ante el pueblo venezolano a través de la emisora VTV de la red estatal de televisión, donde subrayó que "estamos todos de luto y llenos de pesar por esta tragedia", calificando a la catástrofe como "un duro golpe a la familia de la patria". El presidente envió su "más hondo sentimiento de afecto y las más sentidas palabras de condolencia y solidaridad" a los parientes de las víctimas.
El líder del país destacó un trabajo perfecto de los servicios de rescate, seguridad y salud y les agradeció por su valentía y profesionalismo: "Quiero reconocer la encomiable labor de los cuerpos de rescate, seguridad y salud, como a los trabajadores de Sidor que, sin mediar riesgos, prestaron su valiosa y oportuna ayuda para preservar la vida de los sobrevivientes".
Los heridos, la mayoría de los cuales sufrió traumatismos y quemaduras, reciben asistencia médica en los hospitales locales y, según el ministro de Transporte y Comunicaciones, Francisco Garcés, "cuentan con todo el apoyo del Gobierno".