El presidente ruso, Dmitri Medvédev, se encontró hoy con el primer ministro de Noruega, Jens Stoltenberg, para firmar el acuerdo de delimitación de fronteras en el Ártico, y poner fin a cuatro décadas de negociaciones.
Los líderes de ambos países definieron el lugar de la frontera en el mar de Barents y en el Océano Glacial Ártico. Además, Stoltenberg y Medvédev discutieron cuestiones de colaboración en el sector energético, problemas ecológicos y de seguridad nuclear y radioactiva.
Al reunirse con Dmitri Medvédev, el primer ministro noruego señaló que el nuevo acuerdo "marca una nueva era en las relaciones bilaterales".
Por su parte, Medvédev calificó de "histórica" la firma del convenio y agregó que en general este año "las relaciones entre Noruega y Rusia se han desarrollado muy bien" y hay resultados reales, tanto económicos, como políticos y humanitarios.
Según el mandatario ruso, "la resolución del problema que ha persistido durante las últimas décadas fortalecerá la colaboración ruso-noruega en las esferas energéticas y del transporte".
Al respecto de la ratificación del documento, Stoltenberg declaró que Noruega está dispuesta a hacer todo lo necesario para que sea ratificado antes del final de este año. El ministro consideró que el acuerdo es "bueno y previsible", que corresponde a todas las normas del Derecho Internacional e incluso podría "servir de inspiración para buscar resoluciones de problemas idénticos en otras partes del mundo". Además, señaló que al ser ratificado, tanto Noruega como Rusia pasarán a tener la oportunidad de explorar yacimientos de gas y petróleo en esta región y podrán desarrollar su cooperación en el sector pesquero.
Casi medio siglo de disputas
Durante casi medio siglo, Noruega consideró una parte del mar de Barents como su territorio, mientras que varios países, incluida Rusia, no reconocían esta postura.
Si se tiene en cuenta que las conversaciones por los espacios árticos entre Rusia y Noruega han durado más de 40 años, la firma de un acuerdo significa un verdadero avance diplomático.
A lo largo de este tiempo ha habido varias piedras en el camino entre ambos países. Una de ellas fue la próspera industria pesquera de la región ártica. La guardia naval noruega detuvo varias veces a barcos rusos por trabajar en aguas en disputa. Otro punto discutido fue la plataforma continental de aproximadamente 175.000 kilómetros cuadrados. Este territorio, equivalente a la mitad del tamaño de Alemania, es muy rico en petróleo y gas. Al firmar el acuerdo, las compañías rusas y noruegas tendrán la posibilidad de explotarlo juntas. El tratado también abre camino al mejoramiento de las relaciones comerciales; y a la colaboración en la protección del medio ambiente.
Rusia, cuyas fronteras son las más extensas del mundo, está interesada en 'poner los puntos sobre los íes' en las cuestiones territoriales con sus vecinos. En los últimos años, lo hizo con China y ahora se prepara para firmar otro acuerdo con Ucrania.