El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, y su homólogo canadiense, Lawrence Cannon, se reunieron en Moscú para trazar prioridades de colaboración en la región ártica.
Ambas naciones tienen la intención de demostrar su derecho a la soberanía de la dorsal de Lomonósov, situada en esta zona. El canciller ruso afirmó durante la reunión que “estas cuestiones hay que resolverlas de acuerdo con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar”, respetada por todos los países árticos.
Además, Lavrov recordó que la dorsal de Lomonósov “fue descubierta por los científicos rusos”. Sin embargo, señaló que ahora Rusia va a tener que probar que la dorsal en disputa es parte de su plataforma continental. El ministro canadiense, por su parte, dijo que Canadá también pretende probar que la dorsal pertenece a su país.
“Todo ello debe basarse en datos científicos que serán examinados por una comisión. Allí se decidirá quién tenía razón y quién no”, concluyó el canciller ruso tras las negociaciones.
La Convención de la ONU garantiza a los Estados que tienen costas en el Ártico el derecho a controlar el territorio de las plataformas continentales. Son cinco los países que forman el llamado quinteto ártico: Rusia, Canadá, Noruega, Dinamarca y Estados Unidos.