Masivo desfile de protesta en Londres contra la política del Vaticano
Más de diez mil activistas por los derechos humanos se reunieron el sábado en el centro de Londres, cerca de Hyde Park, para organizar una grandiosa marcha de protesta contra la política del Pontífice, Benedicto XVI, y contra su visita al Reino Unido.
La acción fue organizada por el movimiento Contra el Papa, encabezado por el defensor de derechos humanos Peter Tatchell. Los organizadores de la acción, según informa su página web, no tienen nada en contra que el Papa llegue a Gran Bretaña. Sin embargo, consideran que Benedicto XVI "enseña a la gente cómo vivir, metiéndose abiertamente en nuestra vida y en nuestras leyes".
Los manifestantes están insatisfechos por la política del Vaticano respecto a la prohibición de la difusión de los preservativos, la educación separada y la no aceptación de las minorías sexuales.
Además afirman que los contribuyentes no deberían cubrir los gastos de estancia de Benedicto XVI en Escocia e Inglaterra.
Pero la mayor indignación de los manifestantes está provocada por los escandalosos casos de abusos sexuales de niños por curas católicos.
El Pontífice declaró que siente un "profundo dolor" por las víctimas de los sacerdotes pederastas
Mientras tanto Benedicto XVI encabezó hoy una misa solemne en la Catedral de Westminster en Londres. En el sermón después de la misa el Pontífice declaró que siente un "profundo dolor" por las víctimas de los sacerdotes pederastas.
"Quiero manifestar mi profundo pesar a las víctimas inocentes de estos crímenes atroces, junto con mi esperanza de que el poder de la gracia de Cristo, su sacrificio de reconciliación, traerá la curación profunda y la paz a sus vidas", declaró Benedicto XVI.
En vísperas de la visita del Papa, el escándalo se discutía activamente en los medios de comunicación de masas. Aparecieron numerosas acusaciones del Vaticano de la incapacidad de desarraigar el problema. "Estos pecados nos hicieron a todos sentir humillación y vergüenza", dijo Benedicto XVI y expresó la esperanza de que las heridas del alma y el cuerpo de las víctimas se curarían y la Iglesia podría ocuparse de nuevo de la educación de los niños como ha hecho durante siglos.
Otra parte importante del tercer día de la visita oficial de Benedicto XVI fue la audiencia que dio a los líderes de los tres partidos dirigentes del Reino Unido: al primer Ministro David Cameron; al viceprimer ministro, Nick Clegg, y al miembro del Parlamento Harriet Harman.
"Discutimos con el Pontífice aquellos problemas sociales que trata de resolver tanto la Iglesia Católica, como los laboristas", declaró después del encuentro Harriet Harman.