La Сorte de Nueva York ha condenado este jueves a Aafia Siddiqui, científica pakistaní de 38 años, a 86 años de prisión por haber disparado contra los militares estadounidenses que la interrogaban en 2008 en Afganistán, comunica Reuters.
Este caso atrajo la atención internacional cuando la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos anunció su arresto por el intento de asesinato de varios soldados norteamericanos el 17 de julio de 2008, frente a la oficina del gobernador de la provincia afgana de de Gazni (este del país).
Siddiqui había sido detenida en 2008 en Afganistán bajo la acusación de haber mantenido vínculos clandestinos con la red terrorista Al Qaeda y participar en las actividades subversivas antiamericanas. Una vez concluida su interrogación la mujer pudo arrancar la metralleta de las manos de un militar estadounidense y abrir fuego contra los agentes de FBI. En agosto del mismo año las autoridades estadounidenses la llevaron a territorio norteamericano para ser juzgada.
Según afirmaban los servicios especiales estadounidenses, Aafia, doctora de ciencias biólogicas, experta en neurología y graduada del Instituto Tecnológico de Massachussets (EE. UU.), poseía información sobre armas químicas y biológicas de los grupos terroristas, así como de los planes de asesinato del ex presidente de EE. UU. George Bush padre, envenenamiento del ex mandatario Jimmy Carter y de los ataques terroristas contra la Casa Blanca en Washington.
Los cargos presentados contra la paquistaní indican que en el momento de su arresto en Gazni, hallaron en su poder apuntes detallados sobre las armas de destrucción masiva, una lista de monumentos y edificios famosos en Estados Unidos junto con contenedores sellados con 'sustancias químicas' para fabricar explosivos y armas químicas y biológicas, así como una memoria USB con mensajes de su coreo electrónico que contenía 'correspondencia por correo electrónico entre células terroristas'.
Su sentencia judicial ha provocado mucha crítica en Pakistán, donde los líderes políticos como la mayoría de los ciudadanos consideran que ella no es culpable y que había sufrido maltratos en la cárcel. Diversas organizaciones de derechos humanos aseguran que, en realidad, Aafia Siddiqui pasó los últimos cinco años bajo arresto arbitrario, posiblemente la que es calificada como infame cárcel de la base aérea estadounidense en la ciudad afgana de Bagram.