Los laboristas britanos necesitan un líder joven para hacer frente el éxito del tándem de David Cameron y Nick Clegg, y decidieron los participantes de la conferencia anual del partido en Manchester. Incluso más joven que ambos y que el mayor aspirante a ese puesto, ex ministro de Asuntos Exteriores de Reino Unido, David Miliband. Por eso sacaron de la sombra de su hermano mayor a Ed Miliband de 40 años.
Edward Samuel Miliband, ex ministro de Energía y Cambio Climático en el gabinete del saliente líder laborista Gordon Brown, antes de aquel nombramiento desempeño la función de su escritor de discursos. Es el hijo menor de Ralph Miliband, conocido teórico del marxismo contemporáneo de origen judío, que huyó de Bélgica en los días tempranos de la invasión alemana de ese país en 1940 y yace actualmente sepultado al lado de Karl Marx en el cementerio Highgate de Londres. En 1999 escribió su propio manifiesto en vísperas de los comicios parlamentarios de Escocia, lo que le involucró por primera vez en la lucha política.
Durante la presente elección le ayudó mucho el apoyo de los sindicatos, unas tres comunidades filiales socialistas y la mitad de los parlamentarios británicos en el Consejo de Europa. Se considera un político más de izquierda que su hermano, que Toni Blair y Gordon Brown, sus precursores en la dirección del partido. Muchos vinculan con su ascenso un 'verdadero cambio' en el 'Nuevo laborismo', la ideología y las prácticas del período de liderazgo de Blair.
Por lo menos, criticó mucho a la Administración anterior que ha perdido “el contacto con los valores” que les hicieron “una fuerza de progreso y con la gente” a la que representan. En su intento por representar el cambio que necesita que tanto pide a gritos su partido, el nuevo dirigente ha incidido en la necesidad de asumir “el profundo error que supuso la Guerra con Irak”, algo que dijo cuando aún ni siquiera era diputado.
“No hemos tomado conciencia, como cambió el mundo”, señaló Ed Miliband en una de sus entrevistas para la radio nacional. “Comprobamos nuestro valor luego de que nos negáramos a la exigencia de suprimir el capitalismo, pero la gente esperaba lo mejor de nosotros. Esperaban que alzáramos la voz en contra de aquel derroche que pasaba en las alturas directoras.”
Paradójicamente, el menor de los Miliband no solo tenía que oponerse a su hermano en los comicios de partido, sino los dos llegaron a la segunda ronda de votación como líderes, tras adelantar a otros tres aspirantes. Entre ellos se encontraban el ex ministro de Educación Ed Balls, el ex ministro de Salud, Andy Burnhem, y la única mujer en la carrera, la diputada de de color Diana Ebbott. En esa última ronda Edward ganó con una preeminencia de 1,3% de votos más respecto a David, quien anteriormente encabezaba la lista de candidatos por su popularidad.