Pakistán dice "no" al tránsito de cargamentos de la OTAN por una de sus rutas vitales rumbo a territorio afgano, reaccionando así al bombardeo realizado por fuerzas de la coalición internacional que tenía como fin abatir a los talibanes pero dejó un saldo de 3 soldados paquistaníes muertos.
Pakistán precisó que dos helicópteros de la OTAN entraron en su espacio aéreo el jueves y lanzaron misiles contra guardafronteras en la región tribal de Kurram.
Según la OTAN, las tropas pasaron por insurgentes ya que abrieron fuego al ver los helicópteros. Sin embargo, los militares pakistaníes afirmaron que los soldados dispararon al aire para señalar a los militares de la OTAN que habían cruzado la frontera pakistaní.
Islamabad ordenó a su embajador en Bruselas que interponga una nota de protesta. La Alianza expresó condolencias a las familias de las víctimas y prometió que ambas naciones investigarían el incidente.
Esta es la tercera vez en menos de una semana en que helicópteros de la Fuerzas Aliadas entran el espacio aéreo de Pakistán para perseguir insurgentes y disparar contra ellos.
Lo ocurrido, sumado al cierre del puesto fronterizo de Torkham en el norte de Pakistán —aunque haya otras vías—, estropeará las ya de por sí difíciles relaciones entre Pakistán y Estados Unidos, aliados en la lucha contra insurgentes talibanes.
Según sondeos, una gran parte de los pakistaníes consideran a los estadounidenses como enemigos. Debido a esto, el Gobierno pakistaní tiene que balancear las opciones entre respaldar la guerra en Afganistán — esperando miles de millones de dólares estadounidenses— o proteger el apoyo de su propia población.