¿Se puede mezclar armas con alcohol en EE. UU.?

El señor Adan Ringenberg, consultor tecnológico, que hace poco entró durante las ‘happy hours’ de cervezas por 5 dólares en un bar de la ciudad Nashwille (Tennessee, sur de EE. UU.) con una pistola de 9 milímetros de calibre, cargada, es uno de los 300.000 ciudadanos que ahora tienen permiso a portar armas donde deseen, comunica The New York Times. Sus derechos han sido ampliados en gran medida debido a la nueva ley, recientemente aprobada por la Cámara de Representantes y el Senado del estado, que les permite a partir de ahora entrar en bares y restaurantes con armas de fuego.

Así fue el argumento de Ringenberg, que ahora lleva siempre consigo el arma para su ‘defensa personal’ fuera del trabajo: “Si alguien está apuntando un arma en mi cara, no voy a confiar en la caridad para salvarme”. Como Adan hay muchos defensores de la nueva ley, pero al mismo tiempo existe un gran número de los que se pronuncian rotundamente en contra, entre ellos numerosos clientes, camareros y dueños de restaurantes del estado.

"Una arma cargada oculta en un bar es un riesgo enorme", dijo David Randolph Smith, abogado que representa a un camarero anónimo que tiene intención de apelar la decisión. "Tengo derecho a entrar en un restaurante o bar y no tener gente armada al lado. Y, por supuesto, el camarero tiene derecho a un lugar de trabajo seguro".

“Esto abre la puerta a muchos problemas. Se está dando derecho a todo el mundo a ser Wyatt Earp”, comenta Art Andersen de 44 años que trabajaba en uno de los bares cerca de la Universidad de Vanderbilt (Nashville, Tennessee).

Tennessee es uno de los cuatro estados, junto con Arizona, Georgia y Virginia que recientemente promulgó la ley que permite portar armas cargadas en los bares, sumándose a los 20 estados ‘pro-armas’. Las nuevas medidas de estos cuatro estados aparecieron tras dos sentencias de la Corte Suprema en la que no sólo se concreta el derecho individual de los ciudadanos a una policía bien regulada, sino también a una pistola personal.

Los expertos aseguran que estas normativas representan la última ola en el ‘debate de la pistola’ en el país donde el vociferante lobby pro armas busca ampliar el ámbito de su uso en la vida cotidiana, también en lugares donde se sirve alcohol.

Las resoluciones que anularon la prohibición de armas de fuego en Washington y Chicago, han fortalecido la posición de los defensores de armas en todo el país, sacando al mismo tiempo a luz la situación de otros estados como Nueva York, Nueva Jersey y Massachussets que no abordan la polémica cuestión.

Al mismo tiempo los críticos aseguran que la disposición de un arma no garantiza seguridad, apuntando al caso de un reciente tiroteo en Virginia donde un cliente de un restaurante se disparó en la pierna mientra tomaba una cerveza en un restaurante.

“Las armas y el alcohol no se mezclan”, declaró Michael Drescher el portavoz del gobernador Phil Bredesen de Tennessee que intentó vanamente vetar el proyecto de ley. Un grupo de concejales de Nashville ya ha anunciado que no piensan quedarse de brazos cruzados y están estudiando una propuesta para mantener las armas alejadas de los establecimientos donde se sirva cerveza.