El imán Feisal Abdul Rauf ha recibido durante las últimas semanas varias amenazas de muerte tras la decisión de la construcción de un gran centro islamico cerca de la 'zona cero' de Manhattan. Los desconocidos amenazan su vida y la de su esposa, demandando que deje de apoyar la construcción de la Casa Córdoba casi en el mismo lugar en el que murieron unos 3.000 ciudadanos a causa de los atentados del 11-S.
En un programa televisivo sobre el sentimiento antimusulmán en EE. UU. la esposa del imán, Daisy Khan, habló por primera vez sobre las amenazas diciendo que a pesar de todo no habían solicitado el servicio de guardaespaldas, para no gastar así el dinero de los contribuyentes.
La Policía de Nueva York ha empezado la investigación con respecto a las amenazas hacia los promotores del proyecto que causó una gran polémica en EE. UU. Los ciudadanos están divididos entre los que están a favor de la construcción y los que están en contra. Estos últimos creen que la mezquita será algo ofensivo para las víctimas de los terroristas islamistas, mientras que los primeros piensan que será una demostración de la libertad de credo que siempre ha sido característica del país.
En realidad, según dice el líder espiritual de la Casa Córdoba el centro de 16 pisos no será sólo una mezquita para los musulmanes. Los espacios religiosos ocuparán sólo dos pisos, mientras que en otros habrá instalaciones como una sala para la práctica deportiva, piscina, restaurante, escuela culinaria, sala de concertos, estudios de artistas, así como una zona en memoria de las víctimas de los atentados del 11-S.
La Casa Córdoba estará además abierta para los ciudadanos de todas las religiones y nacionalidades.