El coreano Hwang Jang-yop de 87 años fue hallado muerto en su piso encubierto en Seúl. Ha sido considerado como el funcionario de más alto rango que se refugió en el Sur de la península huyendo del régimen de Corea del Norte que él mismo había creado junto con Kim Il-sung.
El cuerpo del anciano fue revelado en el cuarto del baño de su domicilio el domingo, 10 de octubre, a la misma hora temprana que en Pyongyang empezaba el desfile militar con motivo del 65º aniversario del gobernante en el Norte Partido de los Trabajadores. De acuerdo con la deducción primaria de los forenses, la insuficiencia cardíaca pudo servir de causa predominante de lo sucedido, aunque inicialmente no se excluía la versión del posible atentado contra el 'viejo comunista' a través de envenenamiento.
Dos agentes norcoreanos penetraron en el territorio de la República Corea haciéndose pasar como desertores para asesinar a Hwang en pasado abril, pero fueron desenmascarados y condenados por el tribunal de Seúl en julio, a diez años de encarcelamiento cada uno. Esta vez no hay indicios de que la muerte fuese intencionada: supuestamente el hombre de edad murió por causas médicas en ausencia de alguien en el domicilio quien le asistiese.
Hwang Jang-yop estudió en los años 50 en la facultad de filosofía de la Universidad Estatal de Moscú. Desde su regreso a la patria fue muy allegado al fundador de régimen comunista más longevo y cerrado, el presidente Kim Il Sung. Encabezó el 'Templo superior de la educación de Juche' en la Universidad de Pyongyang y, según múltiples testimonios, fue él quien desarrolló la propia ideología de autosuficiencia, autarquía e integración de las tradiciones nacionales en las bases del comunismo en el período consecutivo. El máximo puesto que ocupó fue del secretario del Partido de los Trabajadores de Corea para Asuntos Exteriores.
Siendo insatisfecho con los resultados de la encarnación de su doctrina, muy entristecido con las hambrunas entre la población campesina, después de la muerte de Kim 'el padre', su consejero y secretario pidió asilo político en la Embajada Surcoreana durante su viaje a Pekín en 1997. Ese paso insultó muchísimo a Kim Yong-il, 'el hijo', para quien Hwang se convirtió en el enemigo personal número uno. La huída del sumo ideólogo se percibió como un asalto contra los fundamentos del Estado norcoreano.