Los comicios legislativos que se celebrarán en Estados Unidos el próximo 2 de noviembre, se convertirán en los más 'caros' de la historia del país, según informó Center for Responsive Politics, organización que estudia la financiación de los partidos estadounidenses.
Según el organismo, esta vez los candidatos gastarán en propaganda electoral 3.400 millones de dólares en total. Esto supone un aumento considerable en comparación con los gastos de las elecciones de 2006, que se valoraron en 2.900 millones, mientras que en 2002 esta cifra fue de 2.200 millones de dólares.
De acuerdo con los analistas, el aumento de los gastos fue provocado por una nueva ley que permite financiar de manera anónima las campañas electorales independientes a favor o en contra de uno u otro candidato.
A principios de noviembre EE. UU. vota para elegir a los nuevos representantes en el Congreso y el Senado, en unos comicios en los que se elegirá a los 435 miembros de la Cámara de Representantes y a 37 senadores.
Actualmente el Partido Demócrata goza de la mayoría de escaños en ambas cámaras, pero, según numerosas encuestas realizadas en torno a las próximas elecciones, los candidatos del Partido Republicano tienen ahora más posibilidades de ganar que sus rivales.
Según las encuestas realizadas por NBC News y Wall Street Journal a principios de agosto, más de la mitad de los estadounidenses no están contentos con la política económica llevada a cabo por el presidente Barack Obama y el 48% no está de acuerdo con la actividad del mandatario como líder del país. Además, sólo una cuarta parte de los participantes en el sondeo confía en su Gobierno, mientras que uno de cada seis encuestados cree que el país está tomando un rumbo incorrecto.