Por voluntad de la fortuna, la historia de la vida de cada uno de los 33 mineros chilenos -rescatados milagrosamente ayer de la mina derrumbada, donde habían pasado 69 días en la oscuridad y el aislamiento- se hizo conocida en todo el mundo. No provoca dudas que el minero más famoso es Jhonny Barrios Rojas, de 50 años, el número 21 en ser rescatado.
Barrios fue bautizado como el 'enfermero', pues se encargó de controlar la salud del grupo y vacunó a todos los mineros uno a uno. Sin embargo, el mundo lo reconoció después de que su esposa y su amante se conocieran en la boca de la mina, cuando acudieron para conocer de primera mano las noticias sobre el estado del minero.
Los medios masivos de comunicación activamente describían la situación cuando Marta Salinas escuchó en la mina de San José a una mujer gritando desesperada el nombre de su marido: "Barrios es mi esposo. Él me ama y soy su esposa. Esta mujer no tiene legitimidad", declaró la mujer de Barrios, pero recibió por respuesta "estamos enamorados. Yo lo esperaré”.
“A ambas les faltará nada”
Durante el encierro del trabajador, Marta Salinas, de 56 años, su esposa, y Susana Valenzuela, de 50 años, su amante, protagonizaron un fuerte altercado. Mientras los mineros estaban bajo tierra, la esposa pasaba horas en el campamento contando su historia de amor, que comenzó hace 28 años en la capital chilena, mientras que la novia aseguraba que lo había conocido hacía cinco años en un curso de capacitación dictado por la empresa de minería.
Los periodistas bromeaban que Johnny Barrios fue el único minero atrapado que tenía cierta resistencia a ser rescatado, pero la reacción del mismo Barrios fue igual de escandalosa que el resto de la historia, digna de convertirse en el argumento de un culebrón. En la primera carta que pudo enviar a la superficie el minero, confirmó su amor por Susana, pero se comprometió a que "a Marta no le faltará nada".
¿Esposa o amante?
13 de octubre de 2010, 16:32, hora local. La cápsula 'Fénix 2' trajo a la superficie a Jhonny Barrios. Todo el mundo estaba pendiente y retenía la respiración… La intriga principal: ¿quién iba a recibir al minero? ¿Su esposa o su amante?
Llorando de felicidad y alivio… su amante lo esperó allí. Barros se quitó el traje de minero y le dio un fuerte abrazo a Susana. Su esposa, Marta, se negó a ir.
Marta Salinas no fue al rescate por 'decencia'. “Estoy contenta porque se salvó, es un milagro de Dios, pero yo no iré a ver el rescate. Él me lo pidió, pero resulta que también invitó a la otra señora y yo tengo decencia. La cosa es clara: ella o yo”, indicó a los periodistas.