Cuatro terroristas han penetrado en el edificio de la misión de la ONU en el distrito de Gozareh de la provincia afgana de Herat.
Los guardias de la representación de Naciones Unidas, junto con los agentes de seguridad, han iniciado un tiroteo con los paramilitares y lograron abatir a tres de los atacantes, mientras que el cuarto se suicidó con un coche bomba cerca de la entrada del edificio que resultó destruida tras la explosión. Posteriormente, se han oído tres explosiones más en el edificio.
Los terroristas lograron infiltrarse en el territorio de la misión, disfrazados con vestidos de mujer y uniformes de policía. Al parecer, no se han registrado víctimas entre los empleados de la ONU.
El representante de los talibanes, Yusuf Ahmadí, declaró a los periodistas locales que su movimiento asume la responsabilidad del atentado.
La situación en la región de Herat, la segunda ciudad del país, se ha agravado recientemente. Según los habitantes locales, se han hecho más frecuentes los secuestros de gente por parte de los talibanes.