50% de quienes ven como positiva a la Revolución de 1917 no son ancianos
"Es que algunos van llegando a calificar de positivo lo que nunca antes consideraron así. Esta apreciación positiva de la Revolución, de Lenin y Stalin, se debe a las dificultades a las que la gente se enfrenta actualmente, es una reacción emocional a la pobreza, a la corrupción, al aumento de precios de hoy. En otras palabras, “la vida actualmente es dura pero estuvo bien una vez”.
En nuestros días es propio de los jóvenes de 19 a 20 años el asociar los tiempos soviéticos sólo con un ejército poderoso, con la exploración del espacio, con la imposibilidad de que alguien se atreviera a pisotear la nación; no se dan cuenta de que era normal entrar en una tienda donde no había nada que comprar, que era normal hacer dos horas de cola para comprar zapatos. No imaginan que se prohibía salir del país, que, por ejemplo, era más fácil ir a la luna que a España y que tales viajes se permitían sólo en grupos vigilados por agentes de la KGB. Creen que todo era maravilloso y ya aparecieron partidarios del Partido Comunista entre los jóvenes. Ellos creen que si volvemos a construir el socialismo existirá la exuberancia de mercancías y libertad de palabra que hay hoy en día junto con los logros de aquellos tiempos. Sin embargo, esto es imposible.
No entienden que el régimen sin propiedad privada resultó ser ineficaz. Hubo escasez absoluta de mercancías en el país. A un joven contemporáneo le será muy difícil comprender que en algunos momentos no se vendía jabón o papel higiénico. Ahora, que pueden comprar cualquier cosa en la tienda de al lado sin hacer colas, creen que siempre fue así", comentó Vladímir Lavrov.