Un ciclón del mar del Japón está llegando a las islas Kuriles, donde ya fue hecho el aviso de tormenta. El ciclón se desarrolla activamente y es probable que se convierta en un fuerte torbellino.
En estas complicadas condiciones meteorológicas, el presidente ruso Dmitri Medvédev visitó las islas en el Lejano Oriente del país, para inspeccionar el desarrollo de la región. Las islas Kuriles se encuentran entre el mar de Ojotsk y el Océano Pacífico, y todavía son tema de agudas discusiones entre Rusia y Japón.
El ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Seiji Maehara, convocó al embajador de la Federación Rusa en Tokio para presentar una protesta por la visita. Aseguró que “el viaje del presidente de Rusia afecta los sentimientos del pueblo japonés”.
Sin embargo, el diplomático ruso insistió en que la visita de Medvédev es un asunto nacional y nadie puede prohibir al presidente del país visitar cualquier región nacional. El dirigente ruso igual pidió a las autoridades del país oriental que reaccionara de forma consensuada y tranquila, teniendo en cuenta la importancia estratégica de mantener relaciones normales y amistosas entre los países.
Anteriormente, el actual primer ministro de Japón, Naoto Kan, había calificado dicha visita del líder ruso como un acontecimiento “extremadamente lamentable”.
El ministro de Exterior de Rusia, Serguéi Lavrov, en las reuniones de la Asociación de las Naciones del Sureste Asiático (ASEAN, según sus siglas en inglés) reiteró que “los movimientos del presidente ruso, Dmitri Medvédev, son un aspecto de la política interior… El presidente mismo planea sus movimientos internos por sí mismo”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso dijo que no entendía la reacción de Japón. La agencia de noticias Interfax citó una fuente de dicha institución, afirmando que "la postura de Rusia con respecto al asunto sigue en pie y no han habido cambios."
Después de la Segunda Guerra Mundial, el 11 de febrero de 1945 fue firmado un acuerdo multilateral entre los líderes de la Unión Soviética, los Estados Unidos y Gran Bretaña. En él se indicaba que estos territorios pasaban a formar parte de la URSS y luego de Rusia. Más tarde, el 2 de septiembre de 1945 Japón ratificó su acto de capitulación y anunció la aceptación de los términos de la Declaración de Potsdam, el 14 de agosto, según la que la soberanía japonesa se distribuiría sobre las islas principales de Japón (Honshū, Hokkaidō, Shikoku y Kyūshū). Sin embargo, la nación nipona aún insiste en la posesión territorial de las islas Kuriles, refiriéndose a un acuerdo bilateral de 1855. Dicha disputa territorial es uno de los obstáculos para ratificar un acuerdo pacífico entre ambos países.
Fotos: RIA Novosti / Mijaíl Kliméntiev