Los candidatos se olvidan de sus programas y prefieren atacarse entre ellos

Este martes millones de estadounidenses toman parte en los comicios legislativos, por su parte, muchos candidatos tanto republicanos como demócratas que compiten por los escaños en el Congreso estuvieron en el centro de la controversia por sus excéntricas acciones.

A lo largo de este artículo se darán a conocer algunas actitudes que varios políticos han llevado a cabo durante la campaña electoral y que han sido noticia por su 'especial' forma de presentarlas ante el público.

En Estados Unidos el 2010 será para siempre recordado como el año del político a medio formar: metidas de pata, utilización de agencias de detectives privados, teorías sin fundamento, generalizaciones y trapitos al sol, son la orden del día para los candidatos que participan en las elecciones a la Cámara de Representantes y el Senado.

Por ejemplo, en Carolina del Sur, el aspirante a un escaño del senado Alvin Greene, -un veterano militar desempleado- fue acusado de comunicaciones obscenas con un colegial. No se queda atrás, Frank Caprio, candidato demócrata a la oficina del gobernador de Rhode Island, quien “mandó al diablo” -literalmente- al presidente Barack Obama por no darle su apoyo.

Pero quien quizás se gane el trofeo a la ingenuidad y candidez es Sharron Angle, candidata republicana al Senado. Cuando Angle hablaba con un grupo de estudiantes hispanos de una escuela secundaria, expresó que “algunos de ellos parecen un poco asiáticos”, mientras tanto, los estudiantes le miraban atónitos ante la 'errónea' comparación.

“Pareciera que Estados Unidos ha adoptado el modelo de la politiquería, porque ven ataques y guerra sucia, falsas declaraciones, populismo, demagogia… en fin todos los componentes de una política 'tercermundista' que nunca antes se ha visto en la historia de este país”, opina para RT el analista político, y profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Miami, Eduardo Gamarra.

Pero la lista de escenas y bochornos no termina ahí, en el estado de Delaware, Christine O'Donnell, republicana y candidata al Senado, estuvo en el centro de la polémica por supuestos manejos ilegales de dinero de la campaña para fines personales.

Otro caso interesante es el del líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, quien afirmó que si no fuera por sus acciones y méritos, el mundo estaría en una depresión generalizada.

Pero ¿a qué se debe toda esta colección de rarezas?… según la opinión de los analistas, los numerosos candidatos de tendencia derechista, salidos del movimiento social Tea Party, nacen bajo la informalidad de un incipiente populismo, muchas veces ajeno a las fórmulas políticas tradicionales.

“Mucho se ha visto en la influencia del Tea Party para producir candidatos sin experiencia, y al mismo tiempo, candidatos y teorías que causan la vergüenza del partido republicano… pero es que la gente vota por cualquier cosa a falta de soluciones”, dice Marcos Antonio Ramos, analista político.

Para bien o para mal, hay diferentes puntos de vista como aquellos que aseguran que estas elecciones y su extraña colección de aspirantes son la respuesta a la desesperación del país por ver el arreglo de los problemas más urgentes, y es que ante las incertidumbres económicas, sociales, de salud y demás, surge una política de momento, de oportunidad.

Asimismo, la comunidad latina en EE. UU. presta mucha atención a las elecciones y su participación en los comicios podrá ser bastante alta.