Consejo de Ginebra insta a investigar los casos de abusos de EE. UU.
Estados Unidos tendrá que responder ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre los abusos cometidos por las tropas del país.
Los oficiales estadounidenses han sido repetidamente criticados por diversas violaciones de los derechos humanos. Entre ellas destaca la discriminación racial en su territorio y la práctica de torturas en prisiones situadas en países extranjeros.
Durante la novena sesión del Mecanismo de Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, celebrada en Ginebra, Suiza, los miembros del Consejo de Derechos Humanos de esa organización, solicitaron el cierre inmediato de la cárcel de Guantánamo y la investigación de todas las acusaciones que tienen que ver con EE. UU., mientras que la parte involucrada rechaza categóricamente todas estas imputaciones.
De acuerdo con el representante permanente de Venezuela ante la ONU, durante los últimos años el país norteamericano ha pretendido erigirse como juez universal de los Derechos Humanos mediante la publicación de informes parcializados.
“La Administración de Obama ha intentado rectificar el problema creado por la Administración de Bush en lo que se trata a la imagen de los Estados Unidos en el mundo. El país no ha podido continuar aleccionando a otros países sobre la democracia y los derechos humanos y al mismo tiempo estar implicado en los casos de torturas”, dijo a RT el director de la coalición A.N.S.W.E.R., Brian Becker.
Según el especialista, George Bush, Dick Cheney y Donald Rumsfeld no solamente invadieron Afganistán e Irak, sino que además detuvieron a decenas de miles de personas, infringiendo la Convención de Ginebra.
“Hubo torturas de personas, a los presos los trasladaban a unos centros de reclusión secretos situados en otros países. La imagen de EE. UU. quedó tachada de torturas, algo incompaginable con la libertad y la democracia. Ahora la Administración de Obama ha iniciado una revisión de las políticas y el resto del mundo intenta llamar la atención sobre aquellas violaciones. La posición formal de los conservadores es que los Estados Unidos pueden desempeñar el papel del juez y no ser juzgados”, finalizó Becker.