La célebre disidente y premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi ha sido liberada hoy por la Junta Militar de Myanmar (Birmania). Seguidores de la líder opositora ya se habían reunido previamente cerca de su casa, para saludar a la 'Dama', como la llaman muchos birmanos ya que no se la puede nombrar bajo peligro de incurrir en un delito.
Por un lado, el Consejo de Estado para la Paz y el Desarrollo, nombre oficial de la Junta Militar del general Than Shwe, teme que lo primero que haga la activista sea criticar las fraudulentas elecciones de la semana pasada en este país asiático. Algunos analistas opinan que esta liberación podría ser precisamente para desviar la atención sobre los resultados de las elecciones. Además, parece que la Junta no tuvo otro remedio que liberar a Aung San Suu Kyi ya que la detención subsiguiente no sólo se trataría de una ilegalidad, sino que se estaría desperdiciando una oportunidad de mejorar la imagen del país tras los comicios.
Suu Kyi, de 65 años, ha pasado bajo arresto domiciliario en su casa de Rangún 15 de los últimos 21 años, en periodos distintos, tras encadenar arrestos desde 1989 por pedir de forma pacífica reformas democráticas al régimen militar que gobierna Birmania.
Su Liga Nacional para la Democracia ganó unas históricas elecciones celebradas en 1990, las primeras en Birmania desde el golpe de Estado que llevó al poder a los militares en 1962. Sin embargo, los resultados de los comicios no fueron reconocidos por la Junta, que ya había ordenado la condena de Suu Kyi un año atrás.
En mayo de 2009 ya podía haber quedado en libertad, pero el estadounidense John Yettaw fue a nado hasta el domicilio de la disidente en Rangún, situado a orillas de un lago. Los jueces consideraron esto como una violación de las normas de arresto domiciliario y como resultado le impusieron 18 meses suplementarios de residencia vigilada.