Este sábado, la compañía rusa de gas Gazprom y el Holding Energético Búlgaro firmaron un acuerdo para la construcción de un tramo del gasoducto “South Stream” por territorio búlgaro.
Se supone que la tubería del gasoducto, destinado a suministrar gas ruso a Europa, entrará en Europa por la costa búlgara tras pasar por el fondo del mar Negro.
Con la firma del convenio se dará inicio al proyecto que compite con un proyecto similar, el de “Nabucco”, promovido por la Unión Europea.
En la construcción del gasoducto ruso intervienen, además de la empresa rusa Gazprom, la italiana ENI y la francesa EDF. La firma del convenio se considera el último paso antes del inicio del proyecto.
El acuerdo, firmado durante la visita del primer ministro ruso Vladímir Putin a Sofía, puso fin al período de incertidumbre cuando la participación de Bulgaria en el proyecto estaba en tela de juicio.
El gasoducto ruso debería estar funcionando en 2015.
Además del tema energético, el primer ministro ruso negoció otros temas de cooperación bilateral con su homólogo búlgaro Boiko Borisov (anteriormente renuente a la suscripción del convenio), y con el presidente de Bulgaria, Georgi Parvanov. En particular, se discutieron temas en sobre la industria de la construcción de maquinaria, sobre transporte y colaboración tecnomilitar.
Según el Putin, una vez realizado el proyecto South Stream, los ingresos de Bulgaria por concepto del tránsito de gas ruso aumentarán de 600 millones de euros a 2.500 millones de euros anuales.
“La ventaja que promete a Bulgaria su participación en el proyecto South Stream es obvia. Hoy Sofía recibe 600 millones de euros por el tránsito de gas ruso, pero va a recibir 2.500 millones de euros tras la realización de ese proyecto”, dijo Putin en rueda de prensa.
Al término de la entrevista con periodistas el primer ministro búlgaro regaló a Putin un cachorro de pastor búlgaro. Putin lo tomó en brazos, lo apretó contra su pecho, lo besó y dijo “Gracias”.