Un médico letón se niega a atender a los rusohablantes

El director de una clínica en la ciudad letona de Viliani y miembro del partido letón en el poder, Unión Cívica, Yuris Vidinsh, no prestará tratamiento a los pacientes que le pidan hablar en ruso o que tengan un tatuaje de la Unión Soviética. A estos el médico los califica como “chovinistas rusos”.

El director de una clínica en la ciudad letona de Viliani y miembro del partido letón en el poder, Unión Cívica, Yuris Vidinsh, no prestará tratamiento a los pacientes que le pidan hablar en ruso o que tengan un tatuaje de la Unión Soviética. A estos el médico los califica como “chovinistas rusos”.

Sin embargo no les negará la operación urgente, pues no quiere ir a parar a la cárcel.  

Vidinsh contempla el trabajo de los médicos rusos en Letonia que no saben hablar la lengua del país como una discriminación con respecto a sus pacientes letones.

Ahora el rusófobo tendrá que salir del partido Unión Cívica pues semejantes declaraciones no se corresponden con su política.

El hecho no pasó desapercibido para el presidente del país, Valdis Zatlers, ex dirigente del hospital de traumatología y ortopedia en Riga. Consideró las declaraciones del médico inadmisibles, afirmando que eso denigra a la profesión médica y viola las normas de la ética deontológica.

El ministro de Salud letón, Yuris Barzdinsh, tampoco permaneció indiferente. “En una sociedad democrática cada uno tiene su derecho a expresarse, pero a los médicos les está prohibido tener una actitud diferente con los pacientes”, dijo.

No es la primera manifestación de ultranacionalismo en Letonia. Otro médico, Aivars Slutsis, en su conversación escrita con el canciller letón, Valdis Kristovskis, afirmó que no podía ofrecer el mismo tratamiento a letones y a rusos. Por más extraño que parezca, su interlocutor compartió las opiniones racistas del médico.

El 44% de la población de Letonia son rusos y 400.000 de ellos no tienen la ciudadanía, no pudiendo así participar en las elecciones ni trabajar en las instituciones públicas. La lengua oficial del país es el letón y el ruso se considera como lengua extranjera. Desde la desintegración de la URSS, el gobierno sigue una política contra los rusohablantes en su territorio.