Moscú lamenta la negativa de EE. UU. ante la condena de los neonazi

En Moscú lamentan y se quedan perplejos con motivo del voto en contra realizado por el delegado de Estados Unidos durante la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU, que trataba el proyecto de la resolución que condenaba la 'heroización' del nazismo y respondía a formas contemporáneas de discriminación racial, xenofobia e intolerancia. Resultó ser el único que manifestó su oposición, mientras que 118 estados apoyaron el documento y 55 países -siendo mayoría aliados de EE. UU.- se abstuvieron.

La comisión que se ocupa de los asuntos sociales, humanitarios y culturales de las relaciones internacionales evaluó mediante el documento las tendencias 'abominables' de revitalización del ánimo de nacionalsocialismo, especialmente en los países de Europa Oriental, donde ciertos grupos de influencia, con objetivos políticos, suelen representar como héroes a los voluntarios que se adiestraban en las filas de divisiones de la Waffen-SS a finales de la II Guerra Mundial. En este sentido a los autores del proyecto les sorprendió la imparcialidad de los países europeos, aquellos que habían padecido de todos los males del III Reich.

Pese a que las labores con el anteproyecto se aplazaron por el desacuerdo de partes importantes de la discusión, en Rusia consideraron simbólico que el documento fuera promulgado en vísperas al 65º aniversario de la organización del Tribunal de Núremberg, cuyas decisiones hicieron un aporte sustancial en la creación del sistema contemporáneo del derecho internacional. Fueron 30 los países que desempeñaron como coautores, entre ellos La India; Bolivia; Cuba; Irak; Nicaragua; Venezuela; Vietnam; Kazajistán; la República Centroafricana, además de Rusia.

“Provoca una perplejidad extrema y una lástima el hecho de que Estados Unidos votara contra el documento elaborado —el cuarto año consecutivo en soledad—, mientras un colectivo de países, incluso todos los miembros de la Unión Europea, se abstuvieron durante la votación sobre el proyecto de la resolución apoyado por una mayoría aplastante de los estados miembros de la ONU”, señaló al respecto el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Alexei Sazónov, durante una rueda de prensa en Moscú.

De acuerdo con la postura firme de la parte no preconcebida de los votantes deberían considerarse inadmisibles las prácticas que contribuyan a nuevas formas del racismo, a la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia vinculada a aquellas. El documento aprobado condena la glorificación del movimiento pro-nazi y de los ex miembros de los cuerpos de la Waffen-SS, así mediante la construcción de monumentos conmemorativos, como las manifestaciones públicas o desfiles con el mismo sentido. Semejantes acciones están consideradas como abuso del derecho a la libertad de asambleas y asociaciones pacíficas y del derecho a la expresión libre de convicciones.

También se expresa en el texto una preocupación por los intentos incesantes de profanar, desplazar hacia los cementerios o destruir los monumentos erigidos en memoria de los que luchaban contra el nazismo en los años de la Segunda Guerra Mundial, por la exhumación ilegal o traslado de restos de tales personas. El documento recalca el problema de proclamación de los ex nazis, miembros de la organización Waffen-SS y otros luchadores contra la coalición antifascista como si fueran participantes de unos movimientos 'libertadores'. Insta también a los países a observar en plena medida el compromiso internacional que se deriva de la Convención de Ginebra de 1949.

“El proceso de Núremberg es un baluarte inquebrantable de la verdad sobre la guerra”, declaró al respecto el presidente de la Cámara Alta del Parlamento ruso, Serguéi Mirónov, en su artículo publicado hoy en un periódico oficial del país, Rossiyskaya Gazeta. “Tenemos que recordar esto más a menudo. Es imposible que permitamos a los que sueñan en rehabilitar el fascismo especular impunemente e inducir a error a la comunidad mundial. De otro modo se hacen desvergonzados y cometen cosas totalmente cínicas y astutas”.

“Rusia debe asumir en esto una postura firme”, recalca el político. Es preciso “promover tales decisiones jurídicas internacionales, que excluirían una vez para siempre la repetición de las situaciones similares a la causa de Kónonov” (el ex guerrillero antifascista que eliminó a varios colaboradores de los nazi en Letonia). “¡Los 12 años de las acusaciones falsas y el equilibrismo jurídico! —exclamó el jefe del poder legislativo ruso, refiriéndose al período que duró el pleito a nivel nacional y europeo—. Y todo eso para crear algo parecido a un pequeño 'antinúremberg'”.

“Hay que desarrollar también los mecanismos de la defensa de las propias decisiones de Núremberg. Es más, existen unos precedentes de este tipo de actuación —recordó Mirónov—. Así, en 2007 la Asamblea General de la ONU aprobó la resolución que condenó la negación del Holocausto como un hecho histórico”.