Sobianin hará correcciones en la política migratoria de Moscú
El alcalde de Moscú Serguéi Sobianin está dispuesto a hacer correcciones en la política migratoria en la capital rusa. El viernes 19 de noviembre durante una reunión operativa del Gobierno moscovita Sobianin ha encargado al departamento del Trabajo y Recursos Humanos de Moscú de publicar las estadísticas de la cantidad de migrantes que actualmente residen en la ciudad y sus ocupaciones.
"No tengo nada en contra de los migrantes, ellos son necesarios para la ciudad. Quiero comprender de qué tipo de especialistas carecemos y para qué organizaciones los necesitamos," declaró el primer edil durante la reunión.
Actualmente en la capital el problema de la migración se hace cada vez más agudo. Según los resultados de una encuesta sociológica realizada por Centro Levada en noviembre de 2009, el 51% de ciudadanos rusos muestran su apoyo a la limitación de la llegada masiva y sólo el 31 está en contra. Entre los moscovitas el porcentaje es aún más alto: un 69% soporta el endurecimiento de las políticas de inmigración.
En esta cuestión se puede destacar dos temas principales: la inserción laboral y el nivel de delincuencia. Estos ciudadanos desplazados ocupan los puestos laborales que podrían pertenecer a moscovitas nativos, según cree una gran parte de la población. El Gobierno ruso, compartiendo este punto de vista, introdujo este año nuevas cuotas limitadas para los extranjeros que vienen a trabajar en Rusia, bajando el número de plazas laborales de 3,9 a 1,9 millones de personas. Sin duda, existe una evidente diferencia entre los nichos del mercado laboral que ocupan los migrantes y los residentes, y muchos rusos se niegan a trabajar en los puestos que típicamente ocupan los otros.
En cuanto al nivel de delincuencia en la capital rusa el jefe del Departamento General de Interior de Moscú, el teniente general Vladímir Kolokóltsev, comentó en una entrevista a Komsomolskaya Pravda que el 70% de delitos graves son cometidos por extranjeros, y el porcentaje sigue creciendo. A consecuencia del endurecimiento de las políticas migratorias y la crisis económica una gran cantidad de estos individuos no dispone de posibilidades incluso para volver a sus países nativos. Así surgen estas estadísticas enojosas.