Un siglo sin León Tolstoi
Rusia conmemora un aniversario relacionado con uno de los escritores y pensadores más grandes de los dos siglos pasados. Hace 100 años, el 20 de noviembre de 1910 (el 7 de noviembre según el calendario juliano que se utilizaba en Rusia hasta 1918), murió León Tolstoi.
"Si el mundo en persona supiera escribir, escribiría como Tolstoi", decía el novelista ruso Isaak Babel. Y muchos están de acuerdo incluso en el presente. Asimismo, la revista Newsweek eligió el año pasado la novela 'Guerra y Paz' como la mejor de todos los tiempos. El nombre de Tolstoi sigue siendo incluido en las listas de los clásicos mundiales y en varios países continúan rodando películas basadas en sus libros.
Después de un siglo de la muerte de este gran escritor, sus novelas aún no han perdido vigencia. Y eso no es nada sorprendente. "La gente ve en él a un filósofo, a un pensador. Si uno busca respuestas a las preguntas que le preocupan, las encontrará seguro en los libros de Tolstoi. Siempre hallará algo parecido a su estado actual. Supo escribir para todas las edades, tanto para los recién nacidos como para los moribundos", asegura Vladímir Tolstoi, tataranieto del literato ruso.
A Tolstoi no se le escapó nada. El genio literario describió en sus trabajos todo lo que interesa al ser humano: la alegría y la tragedia, los grandes acontecimientos históricos, el hombre del pueblo y el aristócrata, la injusticia y la hipocresía social. Pero probablemente la obra más grande que el maestro escribió y que quedó como su legado fue su propia vida.
Su denuncia a las instituciones políticas y al servicio militar, su anarquismo pacifista, su vegetarianismo, su rechazo a la sociedad urbana, su ingenuo retorno a la naturaleza, todo ello formaba parte de la auténtica personalidad de Tolstoi, cuya grandeza se reveló incluso en el momento de su fallecimiento.
Diez días antes de su muerte, el famoso escritor dejó su casa para siempre, relatando en una nota que había decidido acabar su vida en soledad. Pero durante el camino hacia su destino, el autor enfermó de una grave neumonía y encontró la muerte en la humilde casa de un guardia ferroviario. Las razones que llevaron a un hombre que podría haber sido muy rico, haber vivido en cualquier lugar del mundo y que poseía gran fama y autoridad, a abandonarlo todo con un poco de dinero en los bolsillos, son una cuestión que ha ocupado las reflexiones de muchos historiadores.
Le enterraron en un bosque en su finca familiar, en Yasnaya Polyana, a unos 300 kilómetros al sur de Moscú. Este lugar tuvo mucha importancia para el genio: allí nació y pasó la mayor parte de su vida. Precisamente en este lugar de niño, con su hermano, buscaba el llamado 'palito verde' que guardaba el secreto de cómo hacer feliz a todo el mundo.