En la reciente cumbre del Consejo Rusia-OTAN, celebrado el pasado sábado en Lisboa, el presidente ruso Dmitri Medvédev propuso a la OTAN utilizar el sistema de defensa antiaérea ruso para proteger a los países europeos.
“Constatamos que el período del enfriamiento y los reclamos realmente ha concluido. Miramos al futuro con optimismo y tratamos de fomentar las relaciones entre Rusia y la OTAN en todos los ámbitos”, declaró Medvédev en una rueda de prensa que se celebró en Lisboa, al término de la cumbre.
A partir de ahora, en la estrategia conceptual del bloque noratlántico, la OTAN no amenaza a la Federación Rusa, sino que hay una nueva orientación hacia el desarrollo de las relaciones como socios estratégicos.
La declaración no menos sensacional fue hecha por el presidente Dmitri Medvédev. Según trascendió hace poco, el jefe de Estado ruso propuso a la OTAN utilizar el sistema de defensa antiaérea ruso para proteger a los países europeos.
El esquema elaborado en el Ministerio de Defensa prevé la creación de áreas de responsabilidad. Rusia protegerá a los Estados-miembros de la alianza de un posible ataque misilístico desde oriente, mientras que la OTAN se ocupará de posibles amenazas para el territorio ruso desde el occidente.
Según el canciller Serguéi Lavrov, ambas partes están dispuestas a implementar esta iniciativa. Además, el diplomático ruso expresó su esperanza de que el Senado norteamericano ratifique el tratado START, que propone la reducción de los arsenales estratégicos de Rusia y Estados Unidos.