El Gobierno francés anunció el lanzamiento de la cuarta fase de búsqueda de las cajas negras del Airbus de Air France que se precipitó en la costa brasileña con 228 personas a bordo en junio de 2009, tras despegar en Río de Janeiro rumbo a París.
El Ministerio de Transportes de Francia declaró que los trabajos en el fondo del Atlántico para hallar los restos de la aeronave y las cajas negras que podrían esclarecer las circunstancias de la catástrofe arrancarían en febrero de 2011.
En un comunicado del Ministerio se indica que en la etapa de localización fueron incorporados los mejores equipos contemporáneos. Sin embargo, tras intensas búsquedas sólo lograron rescatar los restos del aparato y alrededor de 50 cuerpos de los pasajeros. Las operaciones de búsqueda se extendieron a miles de kilómetros, pero las cajas negras jamás fueron encontradas, por lo que los especialistas tildaron esta catástrofe como la más enigmática de la historia.
Entre los posibles motivos del accidente figura la versión propuesta por la Oficina de Investigación y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil (BEA, por sus siglas en francés), que apunta a una falla en las sondas (sensores de velocidad) Pitot del fabricante francés Thales. Según la compañía Air France existen suficientes argumentos como para responsabilizar a la empresa. Entre los 'sospechosos' formales de causar la tragedia también se encuentra el fabricante del avión, el conglomerado europeo Airbus. Sin embargo, en el comunicado se señala que ya es casi imposible determinar una relación entre el desperfecto de las sondas Pitot y la catástrofe.
Se estima que en la búsqueda ya se podrían haber gastado unos 20 millones de euros.