Cuba planea aumentar las importaciones de materias primas, para apoyar al sector privado. Sin embargo, Estados Unidos no tiene prisa en establecer relaciones comerciales con la isla.
El gobierno cubano comenzó a emitir en octubre nuevos permisos para pequeños negocios privados, con el fin de crear empleo para los funcionarios públicos y disminuir los gastos estatales. Por su parte, Estados Unidos afirmó que "ve con buenos ojos" los cambios en la isla. Sin embargo, Washington aún rechaza levantar el embargo económico contra Cuba.
El director de comunicaciones del Fondo Educacional Alianza Cubano-Americana, Luis Rumbao, comentó a RT: “el impacto sobre la economía cubana es muy amplio y muy profundo, lo ha sido por décadas y probablemente seguirá teniendo esa clase de impacto. Dentro de Estados Unidos no es tan notable. Porque el comercio con Cuba -y aún es posible el comercio con Cuba-, representa una parte pequeña de la economía total de Estados Unidos. Por el lado de Cuba, los cubanos han enfrentado ciertos problemas en su economía, que son aparte de lo que implica el embargo: los huracanes del 2008, de los cuales todavía no se han recuperado completamente, la sequía que crece desde el oriente del país... Parece que la economía cubana tendrá que seguir desarrollándose por su lado, en relación con los muchos países amigos que tiene aparte de Estados Unidos. Y tendrá que olvidarse en realidad de cualquier mejora en las relaciones entre este país y Cuba por dos años, quizás por cuatro o seis años.
"Si estamos hablando de normalizar las relaciones, eso está muy distante todavía. Por un lado, el bloqueo no es una política de Gobierno, en la que un presidente pueda cambiarlo como puede cambiar otras políticas en relación a otros países. El bloqueo ha sido convertido en Legislación Federal en los 90 -entre el 92 y el 96. Por lo tanto, sólo un voto del Congreso, en general, la Cámara y el Senado, puede comenzar a desmantelar el bloqueo en todos sus sentidos. Y eso no va a pasar por largo tiempo.
"Así que sólo se podría hablar de pequeños cambios graduales e incrementales que puede aplicar el presidente. Pero el presidente ahora se encuentra en una situación difícil, enfrenta una embestida desde la derecha, la ultra derecha, se puede decir. Ese sector de la ultraderecha está ahora impulsando una posición que en resumen es 'no tenemos el menor interés de mejorar la relación con Cuba de ninguna manera'. Va a ser así con Cuba, con Bolivia, con Ecuador, con Venezuela, con Nicaragua y con cualquier otro país que no se preste a seguir la línea indicada por el Departamento de Estado.
Se pudo haber llegado a un acuerdo sobre, por ejemplo, la protección de los corales en el Caribe, sobre la prevención de daños en casos de huracanes, sobre la lucha contra el narcotráfico, acerca de la seguridad internacional. De esas charlas hasta ahora no ha salido absolutamente nada. Creo que ese silencio dice mucho de lo que está sucediendo”.