Wikileaks revela los secretos diplomáticos de EE. UU.

Varios diarios del mundo han comenzado a publicar el contenido de documentos secretos que jamás habían visto la luz. Unos 250.000 mensajes secretos del Departamento de Estado de Estados Unidos fueron obtenidos por la página web WikiLeaks, que está a punto de revelar los episodios más escandalosos q

Varios diarios del mundo han comenzado a publicar el contenido de documentos secretos que jamás habían visto la luz. Unos 250.000 mensajes secretos del Departamento de Estado de Estados Unidos fueron obtenidos por la página web WikiLeaks, que está a punto de revelar los episodios más escandalosos que desnudan la política exterior de EE. UU. Con el portal digital están colaborando diferentes periódicos mundiales que saldrán a la venta el lunes con todos los datos publicados.

Hace un tiempo el portal digital advirtió que iba a difundir todos los datos de gran relevancia. ‘Casualmente’, hoy la web ha sufrido un ciberataque. Sin embargo, WikiLeaks anunció que previamente había entregado los documentos a cinco diarios mundiales para garantizar que salieran a la luz.

La información fue repartida por WikiLeaks entre los diarios El País, de España; The Guardian, de Reino Unido; The New York Times, de Estados Unidos; Le Monde, de Francia, y al semanario Der Spiegel, de Alemania.

El material cubre un período hasta febrero de 2010 y trata generalmente sobre los dos últimos años. Se descubren novedades referentes al manejo de los asuntos de más repercusión, como el programa nuclear iraní, conflictos en Asia y África, y las guerras en Irak y Afganistán, entre otras cosas.

Entre los documentos figuran informes preparados por funcionarios estadounidenses sobre las personalidades más importantes del mundo, entrevistas y datos recogidos en diferentes fuentes y obtenidos de los diplomáticos norteamericanos.

Revelaciones

Los documentos que serán publicados descubrirán el pánico respecto al programa nuclear de Irán y la enorme preocupación con la que EE. UU. observa el desarrollo de los acontecimientos en Turquía y la estrecha vigilancia a la que se mantiene al primer ministro, Recep Tayyip Erdoğan.

Se verán las pruebas sobre el alcance de la corrupción a escala mundial y las permanentes presiones sobre los diferentes gobiernos para favorecer los intereses comerciales o militares de EE. UU.

Una de las principales noticias bomba serán las pruebas de que el Departamento de Estado ha ordenado a sus diplomáticos en Naciones Unidas y en algunos países que espiaran al secretario general de la ONU, sus principales oficinas y sus misiones más delicadas.

Los documentos revelan también el hecho de que el rey de Arabia Saudita presionó a EE. UU. para que iniciara la agresión militar contra Irán. Los documentos apuntan a las actividades norteamericanas para bloquear a Irán y frenar la difusión del predominio de China en Asia, así como a los esfuerzos para aislar a los países latinoamericanos del líder venezolano Hugo Chávez.

Entre otros asombrosos descubrimientos aparece la presión que realizaba EE. UU. sobre el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, para que contuviese los abusos de sus allegados y facilitara la gobernabilidad del país.

Entre la información desvelada, también se ve que se ha extendido el uso de un sistema de internet del Ejército norteamericano denominado SIPRNET (Secret Internet Protocol Router Network, por sus siglas en inglés). Todos los cables que se incluyen en esta filtración fueron enviados por ese medio, como se comprueba por la etiqueta que cada uno de ellos lleva en su cabecera, la palabra SIPDIS, que son las siglas para Secret Internet Protocol Distribution. Al menos 180 embajadas norteamericanas en todo el mundo utilizan actualmente ese sistema de comunicación.

Además, se revelan los esfuerzos de la diplomacia estadounidense para derrocar al general panameño Manuel Antonio Noriega y la relación del Gobierno norteamericano con el golpe de Estado en Honduras tras el cual fue destituido el presidente Manuel Zelaya.

Según informa el diario El País, las revelaciones son tan escandalosas que al parecer "se podrá hablar de un antes y un después en lo que respecta a los hábitos diplomáticos". Las expresiones usadas en algunas entrevistas son, en ocasiones, tan fuertes que amenazan con socavar las relaciones diplomáticas de EE. UU. con algunas naciones.