Ban Ki-moon comentó las indicaciones secretas de los EE. UU.
El secretario general de la ONU Ban Ki-moon comentó las instrucciones secretas de Estados Unidos, reciente publicadas en la página web WikiLeaks, aseverando que a nadie le va a gustar la vigilancia. El funcionario llamó a todos los estados a respetar las convenciones y guardar las inmunidades y privilegios de la ONU.
El sitio web presentó el documento firmado por la secretaria de Estado norteamericano Hillary Clinton, con la indicación de obtener datos sobre los medios de comunicación, incluso las contraseñas y claves del acceso personal, usados en la institución para la correspondencia oficial. Washington también estaba interesado en los números de las tarjetas de crédito y teléfonos de sus oficiales, del grado de influencia del secretario general a su Secretaría y quiso obtener información detallada sobre la biografía y biometría de los representantes permanentes de Rusia, China, Francia y Gran Bretaña en el Consejo de Seguridad.
“No creo que alguien estuviera contento con la información de estar vigilado”, comentó Ban Ki-moon. “Pero sea como sea, sé que mi trabajo y mis acciones están siempre bajo el control constante de la comunidad internacional… Todos los estados miembros de la ONU deben seguir las convenciones y tratados correspondientes, respetando y guardando las inmunidades y privilegios de la ONU”.
Estos privilegios e inmunidades prohíben el espionaje, que está indicado en la Convención del año 1946 y la Carta de la organización.
La embajadora de los EE. UU. ante la Organización, Susan Rice, evitó la respuesta directa sobre la autenticidad de los documentos secretos, diciendo que “no va a comentar los materiales secretos o los materiales supuestamente secretos y su contenido”.
Mientras tanto WikiLeaks continúa la publicación de la correspondencia confidencial de los diplomáticos estadounidenses. Sus nuevos datos tratan de la presión de los norteamericanos a Japón, con el fin de levantar el embargo a la exportación de las armas que existe en este país asiático. Esta decisión puede abrir el camino a los elementos de la defensa antimisíl, juntamente elaborados por Japón y los EE. UU., para su venta a Europa.