La OSCE halló en su cuerpo varios 'talones de Aquiles'
El primer día de la cumbre de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa que se lleva a cabo en Astaná, Kazajistán, fue dedicado a la búsqueda de sus 'talones de Aquiles'. El jefe de la diplomacia sueca, Karl Bildt, en su discurso los enumeró en tres: un conflicto sobre Georgia; el otro en Moldavia y uno más, el de Alto Karabaj. Por su parte el canciller ruso señaló que existe asimismo un lado débil en la organización institucional de la propia OSCE.
El líder nacional de uno de los 'talones' según Bildt, el presidente interino de Moldavia, Mihai Ghimpu, se negó a participar en la reunión a causa de que no se encontraba en el orden del día la evacuación de las tropas rusas de Transnistria. “En Astaná no van a hablar de la retirada de tropas, por eso no tiene sentido mi presencia en el encuentro —recalcó el jefe del Estado en funciones en su encuentro con la prensa—. Solo nosotros abordamos el tema de la retirada de las tropas rusas acordada en Estambul, de que no ha cambiado nada en 19 años. Y lo abordamos en vano. ¡Que conozcan ustedes el texto que me prepararon los expertos para la cumbre! Yo reí mientras lo leía”. Según explicó, esta semana tiene asuntos más importantes, entre los que destacó la entrega de condecoraciones a los empleados bibliotecarios y a los participantes del conflicto en Transnistria.
Los mandatarios de Armenia y Azerbaiyán que mantienen entre sí una disputa acerca la situación del Alto Karabaj (autonomía étnicamente armenia del estado azerí —lo que reconoce el mundo— o Estado formalmente independiente, en lo que insiste Armenia) aprovecharon el encuentro para reiterar el tradicional intercambio de declaraciones constructivas. Ambas partes confirmaron su devoción a los métodos pacíficos de la resolución del conflicto, al tiempo que el líder de Azerbaiyán, Iljam Alíev, apresuró a la parte opuesta con los pasos adelante en el proceso de la conversación.
Mijaíl Saakashvili que también presentó su discurso ante la cumbre reiteró su “solemne declaración de que Georgia no acudirá a la fuerza para recuperar la integridad territorial y la soberanía, que emplearemos sólo los medios pacíficos en la tarea de cesar la ocupación y reunificar los territorios”. Compartió con sus homólogos sus cálculos que recientemente presentó también ante la Comisión Europea, la UE, los secretarios generales de la ONU y la OTAN. “Incluso si Rusia se negará a retirar sus tropas, incluso si la población no tendrá posibilidad para volver a sus casa en el 20% del territorio, Georgia acudirá al derecho a resistir solo en caso de una nueva invasión en el 80% del territorio georgiano”, aseguró el mandatario.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, que acompañaba en la cumbre al presidente del país, denunció que la OSCE necesita una “sacudida en la organización estructural”. Señaló que junto a varios otros socios Rusia propuso un proyecto de Estatuto para el organismo que impondría unas reglas finas en la actuación de sus diversos instrumentos, inclusive la oficina para las instituciones democráticas y derechos humanos, misiones campestres en diversos países, así como los procedimientos presupuestarios que en lo actual son absolutamente opacos. Indicó que la actual situación “indocumentada” de la organización permanece ya por largo tiempo.
El mandatario ruso, Dmitri Medvédev, que intervino ante el pleno de la reunión desarrolló el tema de la modernización de la OSCE. Enfatizó que ya es tiempo para dotarla de una base legislativa más concreta. En su opinión, es muy importante armonizar el funcionamiento de los instrumentos de este organismo, ya que “representa una plataforma única para promover la cooperación entre diferentes instituciones internacionales”.