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Rehabilitan la figura el dictador caníbal centroafricano Bokassa

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El presidente de la República Centroafricana (RCA), Francois Bozize, ha rehabilitado al ex presidente y ex emperador Jean-Bédel Bokassa, informa la agencia ITAR-TASS. Bokassa, que murió en 1996, alcanzó notoriedad como un tirano y un caníbal.
Rehabilitan la figura el dictador caníbal centroafricano Bokassa

El presidente de la República Centroafricana (RCA), Francois Bozize, ha rehabilitado al ex presidente y ex emperador Jean-Bédel Bokassa, informa la agencia ITAR-TASS. Bokassa, que murió en 1996, alcanzó notoriedad como un tirano y un caníbal.

A partir de ahora y por decreto presidencial, Jean-Bédel Bokassa "ha sido rehabilitado totalmente" con motivo del día festivo nacional y 50º aniversario de la independencia, que se celebrarán el 2 de diciembre. Según el presidente, Bokassa ahora debe ser considerado uno de los "creadores" de la  República Centroafricana independiente.

Jean-Bédel Bokassa gobernó el país (uno de los más pobres del mundo a pesar de sus innumerables yacimientos de diamantes), casi una década y media (desde 1966 hasta 1979). Fue paracaidista militar francés y miembro de las campañas coloniales en Indochina y se convirtió en el líder de la RCA tras un golpe militar. El comienzo de su reinado fue casi ideal: en el país se establecieron excelentes carreteras y se construyeron la universidad y varios estadios. Pero la dura disciplina y la prudencia dieron paso a una crueldad monstruosa.



Bokassa se proclamó emperador, y el país se convirtió en el Imperio Centroafricano, sometió a torturas a la oposición y saqueó los recursos del país, malgastando de forma arbitraria y desmesurada el dinero estatal.

A pesar de esto, Francia continuó apoyando al mandatario, defendiendo al régimen y suministrando importantes ayudas económicas y militares. A su vez el país africano vendía a su socio uranio, mineral vital para el programa de armas nucleares galo. Otro país de los escasos en reconocer internacionalmente al régimen de Bocassa fue la dictadura militar de Argentina de Jorge Videla. El tirano africano incluso llegó a ser recibido con honores en Buenos Aires

El déspota trató de crear un harén, buscando por lo menos una mujer hermosa de cada estado del planeta, y se mostraba decepcionado por no poder 'adquirir' una de la Unión Soviética.

En enero de 1979 el apoyo francés disminuyó. En el país empezaron los disturbios, que finalizaron con una horrible masacre de civiles por parte de las fuerzas armadas en la capital, Bangui. Después la policía arrestó a gran cantidad de escolares que protestaban contra los costosos y obligatorios uniformes. Alrededor de 100 fueron asesinados. El ex presidente Dacko, con el apoyo de Francia, intervino con fuerzas militares, mientras el emperador estaba de visita oficial en Libia.

Incluso después de su derrocamiento y muerte una investigación internacional desveló los horrores de la dictadura. Bokassa dejó pudrirse a sus  opositores políticos en pozos o los entregó como alimento a los cocodrilos. Antes de su muerte, Bokassa se declaró a sí mismo el decimotercer  apóstol de Cristo.

También le gustaba comerse a sus esposas y opositores. Después de la caída del régimen, en su refrigerador encontraron partes de cuerpos humanos y el cocinero personal del ex-emperador confesó que le obligaron a hacer comida elaborada con carne humana bajo amenaza de muerte en caso de que se negara. En una ocasión Bokassa ordenó asesinar a uno de sus ministros para preparar el almuerzo para el resto de los miembros del gobierno. El cocinero también dijo que en los viajes privados al extranjero, el dictador se alimentaba con chorizo y jamón elaborados con las mismas 'materias primas'. Cuando estuvo cansado de comerse a sus adversarios, empezó a matar a personas de diferentes profesiones. Así es como "se comió al único matemático del país", como escribió entonces el diario Izvestia.

Fue condenado a muerte por genocidio y canibalismo. La sentencia fue conmutada a cadena perpetua en febrero de 1988 y posteriormente a 20 años de trabajos forzados.
Más tarde, sin embargo, el castigo se redujo todavía más, a 10 años, y posteriormente fue liberado por completo en 1993 por el entonces presidente, el general André Kolingba, quien sirvió al principio de su carrera como guardaespaldas de Bokassa, que falleció como un hombre libre en Francia en 1996.

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