México, que vive una ola de muertes atribuidas al narcotráfico, podría sufrir una mayor espiral de violencia si la guerra se traslada a los pequeños distribuidores de drogas, advirtió hoy la periodista Anabel Hernández, autora del libro 'Los señores del narco', comunica la agencia EFE.
La escritora, que investigó durante cinco años sobre la situación del narcotráfico en el país, cree que México vive una guerra entre carteles de las drogas y no una guerra del Gobierno contra estos capos.
De acuerdo con sus investigaciones, "la guerra que viene", que incluso tiene preocupados a los capos, será entre "narcomenudistas" ('narcominoristas'), vendedores de droga al por menor que se disputarán el mercado local calle por calle.
"Si llegamos a eso no habrá salida, porque a estos hombres no hay quién los controle, ellos son dueños de su calle y punto", dijo la periodista.
Explicó que mientras en Estados Unidos el consumo de drogas se ha estabilizado, en México va al alza, "por lo tanto el mercado jugoso es México".
Agregó que Estados Unidos "es ya un mercado conquistado por los cárteles mexicanos de los Zetas o de Sinaloa, que ya desplazaron a los cárteles colombianos y a las mafias rusa y china. Por eso allá no hay muertos, porque cada quien tiene su territorio".
En cambio en México, "el gran pastel que se están disputando es el de nuestros jóvenes, de nuestros niños", afirmó y apuntó que "la guerra calle a calle comenzó en Ciudad Juárez (la urbe más violenta de México), por eso los asesinatos en los centros de rehabilitación, porque han sido ataques contra 'narcomenudistas', esa es la guerra que viene".
"Estos 'narcomenudistas' no conocen a 'El Chapo', ni les importa tampoco, no van a obedecerle. No conocen mando", dijo.
Hernández alertó sobre el importante flujo de dinero que genera la venta al por menor de drogas, lo que le facilita a estos delincuentes armarse con fusiles de asalto AK-47, con lanzamisiles, con lo que "tienen un gran poder de fuego".
Anabel Hernández tiene que permanecer bajo la protección de escoltas, pues tras la presentación de su libro recibió amenazas de muerte.