Salió el nuevo libro sobre el legendario agente soviético Rudolf Abel

El libro sobre el legendario agente de servicios de inteligencia Rudolf Abel fue presentado en Moscú. Su autor, el periodista Nikolái Dolgopólov, relató la historia del explorador ruso, publicando datos únicos y anteriormente desconocidos sobre su trabajo oculto.

Ahora se pueden conocer diferentes aspectos de su profesión -una de las más peligrosas en el mundo-, además de sus otras actividades: Abel escribió algunos libros y piezas, por supuesto bajo seudónimo, y practicó la pintura a nivel profesional.

Abel, cuyo nombre verdadero es Viliam Fisher, fue uno de los agentes más conocidos y exitosos en la historia. En EE. UU. lo llamaron 'el espía del siglo'. Algunas de las razones que pueden explicar este nombre aparecen en la edición.

Abel empezó trabajar para Inteligencia antes de la Segunda Guerra Mundial, y por muchos años fue el jefe de la exploración atómica en los EE. UU. Pero esta no fue su única ocupación. Entre sus logros hay decenas de espías alemanes develados a principios de los años cuarenta, la coordinación de la red de agentes soviéticos en América Latina, y mucho más.

La vida de Abel aparece contada por sus colegas (unos de los cuales todavía no puede ser nombrado a causa del carácter secreto de la información) y sus familiares. En el libro se publican por primera vez las conversaciones francas del agente con sus dos hijas. También es presentada la opinión del pintor norteamericano Burton Silverman, que nunca sospechó de Abel en nada, a pesar de ser su vecino y amigo cercano.

Después del arresto de Abel en 1957, lo condenaron a 30 años de la cárcel. Sin embargo, luego de cinco años fue cambiado de la frontera de Berlin oriental a la occidental por el piloto norteamericano Francis Powers, capturado en 1960.