Irán y el Grupo de los Seis solo acordaron continuar las conversaciones
Irán y el Grupo de los Seis terminaron las conversaciones en Ginebra con la decisión de volver a negociar a principios de 2011. Las seis potencias mundiales esperan que la próxima vez Teherán esté preparado para discutir las cuestiones sobre su actividad nuclear, que puede llevar a la creación de las armas atómicas.
Según la alta representante de la Unión Europea para los Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, la decisión fue tomada después de “dos días de conversaciones sustantivas”. Ella habló en representación de los seis países que estuvieron negociando con Irán: Rusia, EE. UU., China, Gran Bretaña, Francia y Alemania. Hay que decir que el Grupo no acumuló muchas esperanzas con esta sesión.
La siguiente reunión se celebrará a finales de enero de 2011 en Estambul. El negociador iraní Sabed Jalili confirmó los datos de la próxima cumbre, a la vez que insistió en que su país tiene derecho al enriquecimiento de uranio por sus propios medios con fines pacíficos. “Rechazamos la idea de las conversaciones bajo presión”, comentó el oficial. "El diálogo puede darse solo en condiciones de cooperación". Evitó decir que el tema de las próximas conversaciones será el programa nuclear, y solo notó que se trataría de la 'cooperación' entre Irán y los Seis. Esto constituye una mirada fundamental del gobierno hacia los encuentros.
“Explicamos muchas veces que no vamos a negociar el derecho del pueblo iraní a la utilización del átomo”, hace unos días expresó el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad. “Pero si el Grupo de los Seis quiere discutir cuestiones de colaboración en la esfera nuclear, estamos dispuestos a hacerlo”.
Jalili también una vez más subrayó que Teherán no quiere apoderarse de las armas atómicas y que su programa nuclear solo aspira a prestar más energía a la población creciente del país.
Irán todavía está enfrentando las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU, cuya causa fue la decisión del país de enriquecer uranio en su territorio. El producto final de este proceso puede ser usado como combustible para reactores de plantas atómicas, pero también para la creación de armas nucleares.