Las elecciones presidenciales en Haití: otra prueba para el país
Según los resultados preliminares anunciados por el Consejo Electoral Provisional de Haití, ninguno de los candidatos logró obtener el 50% de los votos en la primera vuelta del sufragio celebrado el domingo.
Mirlande Manigat, la esposa de ex-presidente del Estado, obtuvo un 31,37% y el 22,48% de los electores apoyó al candidato del partido gobernante, Inté Jude Celestin. El músico Michel Martelly está en tercera posición, con un 21,84% de sufragios.
Los resultados no serán definitivos hasta el 20 de diciembre y los candidatos podrán presentar su apelación durante las 72 horas posteriores al anuncio. Ahora, los ciudadanos del país deben hacer su elección decisiva en la segunda vuelta en enero, pero según el Consejo, la fecha oficial no fue establecida aún.
Mientras tanto, el anuncio de los resultados provocó protestas en varias ciudades y la capital del país, Puerto Príncipe. Los manifestantes, con el apoyo de 12 de los 18 candidatos, insisten en que los resultados de la votación son falsos. Por todas partes se escuchan numerosas declaraciones a favor de Michel Martelly y amenazas de incendiar la ciudad y levantar las barricadas si le prohiben participar en la segunda vuelta.
Según la misión conjunta de la Organización de los Estados Americanos y la Comunidad del Caribe, la comisión puede encontrarse con la necesidad de inscribir a una tercera persona en la lista de los candidatos junto con la ex-primera dama y el candidato del partido que ahora pierde su popularidad entre los ciudadanos.
Las elecciones son muy importantes para la nación, que ha sufrido mucho durante este año. A principios de enero, 250.000 haitianos cayeron víctimas de un terrible terremoto. Además de destruir la región, la catástrofe dejó a cerca de 1,3 millones de ciudadanos en la calle, quienes por el momento siguen viviendo en malas condiciones y con pocas esperanzas de que sus sufrimientos terminen.
Ahora el país trata de recobrarse después de otro desastre: la epidemia de cólera que estalló hace poco tiempo en las regiones norte y central del país, y dejó 2.000 muertos.
Los candidatos a votación se enfrentan con una situación muy difícil, porque el nuevo presidente del Estado deberá asegurar a los ciudadanos que les puede ayudar a resolver todos estos problemas acumulados después de muchos años de dictadura y pobreza.