Keiko Fujimori, la hija del ex presidente peruano Alberto Fujimori, oficialmente confirmó su candidatura para las elecciones presidenciales de Perú en 2011. Sin embargo, muchos opinan que ella participa en la carrera electoral sólo para conseguir la liberación de su padre, condenado a 25 años de prisión por los crímenes de su Gobierno cometidos en los 90.
Fujimori lanzó su candidatura en uno de los barrios más pobres de Lima. En su mitín de este martes, aseguró que el crecimiento económico del país en los últimos años debe continuar sin las desigualdades que caracterizan el proceso actual. "Si soy elegida presidente, no trabajaré en el palacio de Gobierno sino lo haré visitando todas las comunidades pobres del país", sostuvo Keiko.
La actual congresista tiene 35 años -edad mínima para ser presidente en el Perú-, y según los últimos sondeos, se encuentra entre los favoritos de los futuros comicios. Los resultados de una encuesta de la empresa Datum dijeron que actualmente Fujimori tiene el 22% de las preferencias, colocándose en el segundo puesto, adelantada por el ex presidente Alejandro Toledo, con un 26%, y seguida por el ex alcalde de Lima, Luis Castañeda, con un 21%.
Uno de los argumentos más potentes contra ella es que uno de los motivos de su participación en las elecciones podría ser la liberación de su padre. Por eso algunos analistas dudan de su capacidad de aportar las reformas realmente necesarias para el desarrollo de Perú.
Hace poco Keiko Fujimori expresó la esperanza de que su padre saliera pronto de prisión, gracias a un habeas corpus. El ex presidente es una figura polémica en Perú: el 7 de abril de 2009 fue sentenciado a 25 años de prisión por delitos de corrupción y contra los Derechos Humanos. No obstante, también se le acredita haber recuperado la estabilidad macroeconómica del país.
Hoy en día, el ex presidente aún cuenta con la simpatía de una parte de la población del Perú, mientras su hija y congresista Keiko encabeza el partido fujimorista Fuerza 2011, formado por ella en 2009 con miras a la participación en los próximos comicios presidenciales. Ella misma tampoco pudo evitar la polémica acerca de sus estudios en EE. UU., que supuestamente fueron financiados con dinero no declarado del Estado.
El alto nivel de apoyo a Keiko por parte de la población peruana puede explicarse por su próspera actividad en el rango de Primera Dama de la Nación, que aceptó en 1994 con tan sólo 19 años, tras el divorcio de sus padres. Durante ese periodo encabezó la Fundación por los Niños del Perú y realizó varios proyectos importantes para el apoyo de los sectores más necesitados del país. Además, es famosa por haber sido elegida congresista de la República en 2006 con la votación más alta en la historia del Perú.