Una nueva polémica sobre la discriminación de los inmigrantes se ha desatado en Estados Unidos después de que el presidente de la Federación de Taxistas de Nueva York, Fernando Mateo, propusiera a sus colegas no prestar sus servicios a clientes de origen hispano o afroamericano.
Sus controvertidas declaraciones fueron hechas después de que uno de sus taxistas fuera atacado por un delincuente de origen hispano. La semana pasada, un inmigrante latino paró el taxi de Trevor Bell de 53 años, negoció el precio y eligió como destino el sur de la ciudad. Al arrancar, el pasajero empezó a disparar al taxista y le exigió que le diera todo el efectivo. Continuó disparando, hasta dejar al hombre en un estado inconciente.
El conductor recibió un balazo en la nuca y otros dos en las piernas y está en condición grave en el hospital Jamaica de Queens. El asaltante le robó menos 100 dólares, producto del trabajo de la noche. Por el momento, la policía no ha detenido al agresor.
El suceso provocó una eventual indignación del presidente de la Federación de Taxistas, que no tardó en afirmar que la mayoría de los crímenes que se cometen en el país son obra de los inmigrantes hispanos.
"Dios sabe que la realidad es que el 99% de las personas que roban o matan a nuestros conductores son negros o hispanos", dijo Mateo en una conferencia de prensa. Para evitar posibles agresiones, Mateo llamó a los choferes públicos a no montar pasajeros hispanos y afroamericanos “porque estos, podrían ser asaltantes”.
Según los datos, cada mes alrededor de 300 taxistas de Nueva York sufren robos y asaltos. En la ciudad hay más de 13.000 taxis. A sus conductores Mateo les recomendó tener cuidado de los pasajeros vestidos de ropa colorida, al estilo gangster, de los que ocultan sus caras y de aquellos que se portan de una manera inapropiada.
Sus declaraciones han provocado un fuerte rechazo en la sociedad norteamericana y múltiples críticas. El presidente de la Comisión del Taxi y las Limusinas de la ciudad, David Yassky afirmó que "elegir a qué pasajeros servir sobre una base racial es ilegal, está mal y es simplemente inaceptable". Los expertos calificaron de racistas sus declaraciones y reiteraron que los inmigrantes necesitan una mejor protección legal y cívica.
Lo curioso es que el propio Mateo es de origen latino y el padre de él es afroamericano. Aseguró que su padre es “más negro” que el líder afroamericano Al Sharpton. De hecho el propio Shrapton también condenó las afirmaciones de Mateo, tildándolas de “absurdas”. Mateo, a su vez, declaró que no entendía por qué se había originado tanto alboroto en torno a su discurso.
"Estoy pidiendo a los afroamericanos e hispanos discriminarse a sí mismos, entonces, ¿cómo puede llamarse a eso racismo?", dijo Mateo, quien agregó que "nosotros mismos estamos cometiendo estos crímenes contra nuestra propia comunidad".