Ciudad Juárez desatendida médicamente durante 24 horas
Los médicos de Ciudad Juárez, en México, realizaron un paro general de 24 horas contra la práctica de secuestro y extorsión de la que son víctimas a causa de la ineficacia total de la lucha policial contra el crimen organizado en Chihuahua y en general en el Norte del país.
Cerca de 800 doctores y trabajadores del sector sanitario que cuenta en su totalidad con unos 1.200 cesaron prestar todo el tipo de servicios. En particular, participaron en la acción los representantes de seis clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social, cuatro clínicas municipales especializadas y al menos 500 consultorios privados.
Varios activistas se reunieron en la entrada principal de las oficinas estatales en el centro urbano y, desempeñando papeles de víctimas de la tropelía canalla, colocaron entre sí o por encima suyo pancartas que manifestaban: “Juárez agoniza”, “Justicia no funciona” o exigían: “¡Ni una muerte más!”, “Renuncien si no pueden”. La acción se concluyó por la mañana del martes con el colgamiento de batas blancas manchadas de sangre en las oficinas de la Fiscalía.
Aunque la queja causó ciertas incomodidades a la población de Ciudad Juárez, el secretario del Comité Médico Ciudadano, Arturo Valenzuela Zorrilla, aseguró que protestaban no sólo por el gremio sino por todos los ciudadanos que viven “un infierno” por culpa de la incapacidad de los cuerpos del orden público a la hora de hacer frente a los clanes. Según contabilizó, en lo que va del año han sucedido once secuestros de facultativos, tres fueron asesinados por los pandilleros y en el caso de dos de ellos después de haberse pagado el rescate por su liberación.
Esta decisión de declarar un paro laboral fue tomada por el personal sanitario a raíz del asesinato de un emérito médico de 57 años que fue abordado el 2 de diciembre en el lugar de trabajo y dos días después su cuerpo sin vida fue hallado en una intersección al sur de la ciudad.
El portavoz Valenzuela Zorrilla señaló además que alrededor de 40 especialistas abandonaron la ciudad. Explicó esa marcha con la imposibilidad de cumplir el juramento de Hipócrates, saliendo en muchas ocasiones por la noche a atender heridos de tiroteos, y siempre siendo agredidos directa o indirectamente. Para muchos del gremio, admitió, era una situación desesperada.
Antes de poner fin a sus manifestaciones, los médicos aseguraron que de no atenderse sus demandas, las protestas continuarán. Van a repetir los paros hasta que el hostigamiento de los delincuentes cese contra los profesionales que con frecuencia atienden a esos mismos representantes del crimen organizado.